Clara Cambray es mucho más que la capitana del Assolim CN Mataró. Jugadora de club, integrando de la mejor generación de la casa, única jugadora que queda de la LEN ganada o de la única Final Four disputada es fuera de la piscina una mataronina al 100 % divertida y con un arrebato que, cuando entra al agua, transforma en una variable que la hace única. Aplica aquel dicho del bote pequeño y la buena confitura, ha sido un brazo milagroso en muchos partidos y un nervio que acostumbra a ser el semáforo del equipo: si la Clara está bien, el equipo lo nota.
Hablamos con ella días días antes del reto más importante de su historia y también de todo el club. De esta Final Four pero también del waterpolo y de la vida más allá de este que es una pantalla que, nos advierte, cada vez se acerca más.
Qué se siendo volviendo a jugar una Final Four de Champions?
Después de clasificarnos estuvimos cómo dos semanas para asimilarlo y relajar un poco, cómo una bajada de tensión. El febrero ha sido mucho llevar por intenso, seguramente más mentalmente que físicamente. Pero todo aquello ya ha pasado. Ahora ya hace tres semanas que estamos puestas al 100 % con la Final Four: hemos hablado, hemos entrenado cositas. El cabo y el cuerpo ya son a Sabadell de hace días y solo queremos que llegue el día de empezar a jugar este gran reto.
Cuántas cosas han cambiado respete el único precedente, la Final Four de Kirishi 2017?
Hace seis años nos clasificamos sorprendiendo un poco a todo el mundo, incluso a nosotros mismas. Hicimos muy buenos cuartos y fuimos a Kirishi a probar. Era cómo si el éxito máximo fuera haber llegado y de hecho quedamos cuarto y en cambio este año desde principio de temporada cuando fuimos viendo el equipo completo que teníamos y cómo jugábamos veíamos y sabemos que tenemos opciones claras de ganar. El equipo cree mucho y hay muchas jugadoras que ven -tanto las de Mataró cómo las de fuera .que seguramente es la oportunidad de su vida. Y lo es. El ambiente de equipo es este.
La Champions ha sido un camino especialmente difícil, con todos los sorteos con el rival más difícil.
Sí, pero el equipo no ha tenido cangueli en ningún momento ni siquiera cuando nos toca el Olympiacos. Allá hicimos un partidàs y aquí rematamos el trabajo. Los equipos empiezan a tener miedo del Mataró y ahora son las otras las que no se quieren cruzar con nosotros. Es el éxito del trabajo que llevamos haciendo desde el 2014 con la apuesta del club por el femenino: son muchos años trabajando mucho para ganarnos el respecto a base de rendimiento.
Clara Cambray, en defensa en el partido de cuartos contra Olympiacos. Foto: R. Gallofré
Cómo ha sido ser la sucesora de la Marta Bach a la capitanía, precisamente en un año cómo este?
Con la Marta somos muy amigas, antes de que compañeras de equipo y realmente pensé que me estaba dejando un 'marrón'. Tan de bono hubiera seguido! Ella era quien conocía el engranaje del reloj que es un equipo. Por el resto hemos tenido la suerte de seguir el resto de bloque y de incorporar dos fichajes 'top' a nivel mundial que han encajado perfectamente y entre todas me lo han posado muy fácil para poder coger las riendas del que dejó la Marta. Ha sido basta fácil ser capitana.
Qué importancia tiene una capitana en un equipo cómo el vuestro?
Yo me lo cojo cómo un reto. El más complicado son las relaciones humanas, cómo con todo. A la hora de jugar somos jugadoras de nivel que sabemos jugar pero un equipo también se tiene que saber entender entre todas, las necesidades de unas y otras y aquí es donde la capitana tiene que saber cómo relacionarse con todo el mundo. Por suerte a Mataró tenemos un equipo muy bueno y muy competitivo que quizás no somos las mejores de Europa pero que está muy equilibrado entre jugadoras de mucho talento, jugadoras muy experimentadas y jóvenes con mucho potencial. Yo como capitana tengo que velar porque esta mezcla funcione dentro y fuera del agua, que también es clave. Y aquí por ejemplo sí que intento hacer cómo siempre hemos hecho con la Marta: que quién venga se sienta Mataró mucho suyo, explicarle la ciudad, por qué nos lo estimamos tanta…basura mataronisme y conseguimos que se queden aquí más años.
Cómo te lo haces por, con menos cuerpo, poder competir y pelearte al máximo nivel?
Siempre he sido muy pequeña y me habían dicho tantas veces que era demasiado poca cosa para jugar hace años que ahora los iría a buscar a todos los que lo decían. Pero yo he tenido una suerte: jugar al Mataró. En otro club seguramente no habría podido llegar ni jugar tanto al máximo nivel. Tuve la suerte de crecer como jugadora cuando el CN Mataró empezó a apostar fuerte por el femenino y me encontré entrando cuando el proyecto se empezaba a profesionalizar. El que no tengo de fuerza lo tengo de conocimiento de mí misma: me sé las debilidades físicas pero las solvento de otro modo. Y esto que también he ido cambiante: empecé siendo muy alocada y en cambio ahora soy muy centrada y disciplinada tácticamente, y esto nunca lo habría dicho.. pero a la vez siempre intento sacar alguna acción de pícaro en el juego.
Qué importancia tienen los entrenadores en esta maduración deportiva tuya?
He tenido cuatro entrenadores y todos ellos han apostado por mí. En Vicenç Tarrés es quien me hace debutar al primer equipo, con en Florín Bonca empiezo a explotar junto a unas grandes jugadoras. La Marina Zablith me mujer un toque nuevo, también a nivel físico y cuándo llega en Dani Ballart veo enseguida que también confía conmigo. Estoy eternamente agradecida a los cuatro y al hecho de ser de Mataró, que siempre apuesta por la gente de casa.
El CN Mataró llega un momento que tiene que priorizar y prioriza el femenino sobre el masculino. Cómo lo vivisteis?
El club fue vivo porque apostar por el femenino que es más fácil o más barato. Pero enseguida que hizo la apuesta empezaron a llegar los resultados. Es un éxito más esta apuesta por el femenino y las jugadoras de club lo vivimos cómo algo justo. El CN Mataró fue valiente, nos enviaron a Europa hace casi diez años y nosotros lo vivimos naturalmente. Quizás había o hay gente a quien le extranyi y diga que "todo se va al femenino" pero es que resulta que al resto de clubes o antes, cuando todo era por el masculino, nadie se extrañaba ni preguntaba ni se quejaba. Ahora no hablo a nivel de club sino en general del deporte: parece que del femenino se pueda cuestionar los sueldos si no hay resultados pero en cambio del masculino nunca se duda…
Os sentís reconocidas por la gente de Mataró?
La gente nos sigue más que hace años pero está claro, la relevancia en este país si no eres futbolista… nosotros somos mujeres que jugamos a waterpolo. Pero notas que hay muchas familias volcadas y muchos niños y niñas que nos ven cómo si fuéramos en Messi y esto antes no pasaba. En partidos importantes hemos llenado, que antes no pasaba. Poco a poco tenemos que seguir consiguiendo que la gente venga, que baje, que se llene la piscina.
Cómo se vive la rivalidad y el alta frecuencia de jugar contra el Sabadell?
Realmente estamos hartas de jugar las unas contra las otras, nos conocemos muchísimo pero aquí hay una diferencia. Hace unos años éramos nosotros las que no queríamos jugar contra el Sabadell y ahora se ha equilibrado. Nos tienen el mismo respecto a nosotros. Ahora son ellas las que no nos quieren encontrar en nosotros y realmente tener que jugar competición europea también con ellas es un palo. Es muy bueno por el país y el waterpolo que haya esta igualdad, ahora. La Champions nos toca a nosotros, tenemos que hacer una pasa adelante y estamos convencidas. Y después ganarlas por fin una liga en un play-off.
Clara Cambray, toda una vida al CN Mataró. Foto: R. Gallofré
Cómo es que nunca has entrado en dinámica de selección estatal?
Yo he jugado con una selección, la catalana. Pero con la española nunca me escogieron seguramente por el componente físico. Y haber coincidido con la mejor generación de la historia, pues todavía más. Es curioso pero de los 8 primeros equipos de la liga soy la única jugadora que no ha ido nunca a ninguna convocatoria de la selección en categorías inferiores.
Cuando la Clara Cambray no hace waterpolo, que hace?
Zoco bastante "culo inquieta", y cuándo no juego a waterpolo estoy o bien estudiando, dando clases particulares o cercando por Mataró con mis amigas y hacer deporte, porque no me cansa nada. Yo soy ingeniera química. He acabado la carrera y el máster y ahora mismo tengo 100 % de dedicación al equipo y al waterpolo y es una situación que no podrá durar mucho.
Qué quiere decir esto? Si ganáis la Champions puede ser que pliegues?
A mí no me quedan mucho años de waterpolo pero quizás un par de años más tirante largo máximo. El año que viene es olímpico, que a mí no me afecta y a pesar de que no vaya a la selección también puede ser un final de ciclo por mí. La inserción laboral es una cosa que sin preocuparme especialmente tengo que tener claro. Tengo 26 años y me toca ser algo más que formándome. Me quiero dedicar al que he estudiado y me toca probar trabajar 8 horas en el día que es el que tienen que hacer las ingenieras. No quiero que ganar la Champions o no ganarla afecte mi decisión, no tiene nada a ver. Si el proyecto se mantiene y el grupo de jugadoras también, un anyet más seguro que lo haré. Me toca poder hacer la transición con las jóvenes de Mataró que suben que tienen mucho nivel, ganándolo todo. El futuro de las nuevas generaciones es espectacular y hay que cuidarlas porque vayan entrante, con tiempo. Tenemos jóvenes capacitadas para coger más responsabilidad pero las quiero ayudar, cómo también hizo la Marta, a hacer este proceso.