Mesa de Movilidad del Maresme, integrada por el Consejo Comarcal y por el Departamento de Territorio y Sostenibilidad, celebró la semana pasada una reunión de trabajo para seguir avanzando en la demanda de infraestructuras y estudios para resolver cuestiones en el ámbito de la movilidad a la comarca. Más allá de los problemas con Cercanías, La principal sigue siendo, tal y cómo se confirmó en el encuentro, convrtir la carretera N-II en una vía cívica y pacificada.
Esta es la medida más urgente que reclama el territorio en materia de movilidad. La N-II es hoy una barrera en el acceso de los municipios al mar, además de ser una carretera peligrosa y de alta accidentalidad, sufrir numerosos problemas de embussos y ser un polo de generación de contaminación. Municipios como Mataró quieren avanzar en la conversión de esta carretera en una calle más de la trama urbana, algo que se quiere articular ahora al conjunto de la comarca.
No se trata, pero, de la única demanda. Mesa de Movilidad también sostiene que hacen falta nuevas infraestructuras d´acceso a la C-32 para hacerla más capilar; nuevos estudios para definir la movilidad del territorio con la finalización de la concesión de la C-32 prevista por l´agosto del 2021; l´aplicación de medidas para reducir l´impacte acústico de la misma autopista a su paso por las zonas habitadas y estudios e inversiones en una red de vías ciclables a todo el territorio.