El tramo del Camí Ral entre la Rambla y la calle Cooperativa cambiará totalmente de cara un golpe finalice su reurbanización, que arrancará este más de julio y durará 8 meses. El Ayuntamiento de Mataró invertirá 1,1 millones de euros en total para reformar este vial de cara a dar prioridad a los peatones en detrimento del vehículo privado, con el objetivo de hacerlo más atractivo como espacio de paseo y también para dinamizarlo comercialmente. Todo ello, en el marco del Plan de Impulso del Centro, que también incluye otras acciones urbanísticas hasta el 2023 cómo los cambios de pavimento de plaza de Santa Anna y la Riera o la peatonalización de las calles Sant Josep y Argentona.
El Camí Ral, en su tramo más céntrico, es una calle hoy en día desaprovechado, con dos carriles para transporte público y vehículos privados (excesivo por el tráfico que circula a diario, unos 5.000 vehículos, según cálculos del Ayuntamiento) y muy poco espacio para peatones, con aceras demasiadas apretones. Esto también dificulta que tenga vida comercial, a pesar de su ubicación céntrica y como eje que conecta la entrada a Mataró desde Barcelona (y el nuevo sector de la Ringlera) con el centro de la ciudad.
El proyecto prevé una inversión de 1,1 millones de euros, entre la reurbanización y la intervención en el alcantarillado. Las obras empezarán el 12 de julio y la duración prevista es de 8 meses. Las aceras se ampliarán y la del costado montaña quedará al mismo nivel que la zona de calzada, que se reduce a un solo carril. A banda se colocará arbolado y adoquines de hormigón que permitirá crecer vegetación entre sus juntas, similar al que se ha utilizado en la reurbanización de la calle Herrera. En cuanto a las numerosas paredes medianeras, se utilizará planta enfiladissa de cara a mejorarlas estéticamente.
El Camí Ral en la actualidad, y tal y cómo quedará un golpe hecha la reforma
Los vehículos verán notablemente reducido su espacio disponible. habrá solo un carril para automóviles, incluidos los autobuses, mientras que se habilitará un carril bici en sentido Barcelona que formará parte de lo anilla ciclista de la ciudad (que doblará el quilometratge de carriles disponibles). En sentido Girona las bicicletas y patinetes compartirán calzada con el resto de vehículos. El pavimento en las zonas de tráfico será de adoquines de piedra artificial y habrá hasta cinco pasos de peatones, de cara a facilitar la movilidad de los peatones en detrimento de los vehículos. Además, se instalará mobiliario urbano: bancos, sillas, papeleras y aparcamientos para bicicletas.
Las afectaciones al tráfico serán, obviamente, importnats, puesto que mientras se lleven a cabo las obras se cortará el paso a los vehículos y se habilitarán pasos alternativos. El Ayuntamiento apunta que se facilitará el acceso del vecindario a los garajes particulares "siempre que sea posible". Los autobuses urbanos (línea 3 de Mataró Bus) e interurbanos no volverán a pasar por este tramo del Camí Ral una vez terminada la reurbanización, puesto que se prevé modificar los recorridos.
La nueva disposición de carriles del Camí Ral
Más allá de la reforma urbanística, también se quiere posar orden al lío arquitectónico de la calle, que cuenta con antiguas casas de cuerpo casi a pie de calzada colindantes con edificaciones más modernas, de más altura y con más separación, de forma que el tramo de calle no tiene ninguna armonía y el espacio queda desfigurado. Se ha modificado el planeamiento urbanístico para conservar las edificaciones que se consideren de valor y facilitar que los nuevos inmuebles que se construyan lo hagan con un máximo de tres plantas y alineados a las edificaciones antiguas, de cara a garantizar la continuidad arquitectónica hoy inexistente. También se confía que las obras de reforma ayuden a revitalizar comercialmente este eje cívico, hoy con muchos locales cerrados.