Este octubre se cumplen seis años exactos de la pérdida de autonomía de gestión del Hospital de Mataró. El centro del Consorcio Sanitario del Maresme pasó a estar intervenido por su deuda, por sus números rojos y desde aquel momento todo el espectro político de la ciudad, todos los grupos municipales a la vez, pidieron que se equilibraran las cuentas, que la Generalitat inyectara financiación al Hospital y que este recuperara su autonomía. 2022 podría ser el año en que se consiguiera.
Este golpe podría ser el definitivo. De momento toca el condicional porque el que hay es una entente de buenas intenciones de Salud con el Ayuntamiento de Mataró. Jueves 30 de septiembre David Bote se reunía con el Consejero Josep Maria Argimon y de ella salía el Alcalde asegurando que "hemos visto sensibilidad con la situación del Hospital y hay el compromiso de reequilibrar próximamente sus cuentas". La cosa no es tan sencilla: hace falta que de Salud el compromiso pase a Economía y que se plasme en los presupuestos de 2022. Solo si esto pasa y si lo reequilibre es el que tiene que ser el Hospital recuperar el estatus de gestión y financiación perdidos.
"Nos cogemos a este compromiso y estaremos atentos en los presupuestos. Reequilibrar las cuentas de los años 20, 21 y 22 es clave para recuperar la autonomía de gestión y para tener más financiación por el día a día del Hospital", asegura Boto, que posa en valor que "el Consejero Argimon conoce de la anterior etapa la situación del Hospital de Mataró y es sensible con el problema de financiación".
A la reunión de jueves, Boto y Argimon despacharon también sobre otros aspectos sobre la tabla de la planificación asistencial a Mataró. La ampliación del CABO de Rocafonda o la ampliación del Hospital de Mataró con el equipamiento sociosanitario tienen carpeta propia, pero primero hay que resolver la autonomía del Hospital, asegura el alcalde.