Ciudades como Granollers, Sabadell, Girona o Vic, más o menos homologables en Mataró en características y número de habitantes, cuentan todas ellas con su estación de autobuses interurbanos. La capital del Maresme no, y el gobierno municipal nunca lo ha considerado prioritaria. Una postura que sigue manteniendo el ejecutivo actual del PSC y En común Podemos liderado por David Boto. Algo que choca con el que marca el Pacto por la Movilidad, firmado en el mandato pasado y que incluye la creación de una estación de autobuses a la ciudad, y el que prevé el proyecto ganador del Plan de Impulso del Centro, convocado por el propio consistorio.
El mismo alcalde reconoció que es "resistente" a la idea de crear una estación de autobuses. Así lo dijo el pasado viernes en el tradicional encuentro de inicio de año con los periodistas, que se centró en ámbitos como el impulso del centro y las políticas de movilidad. A Boto, sencillamente, no le convence la idea de invertir una suma considerable de dinero del presupuesto municipal en un equipamiento como este. Boto teme que una estación que concentre todos los autobuses interurbanos, que conectan Mataró con Barcelona y otros municipios de su entorno, acabe alejando los autobuses de parte de la población de la ciudad. Es decir, que reuniendo todas las salidas de los vehículos en un único punto, estos dejen de recorrer otras partes de la trama urbana antes de dirigirse a su destino fuera de la ciudad.
El mismo alcalde reconoció que es "resistente" a la idea de crear una estación de autobuses
Este temor, pero, es contradice con la realidad de los municipios que sí disponen de estación de autobuses. Por ejemplo, en Granollers, el autobús de la línea E.13 que conecta con Mataró y Granollers respectivamente, tiene parada a la Estación de Autobuses, pero en su recorrido también se para en otro punto de la capital del Vallès Oriental (ante la Estación de Cercanías). En Girona, los autobuses interurbanos que conectan con los municipios de la Costa Brava o con otras comarcas del entorno tienen todos salida desde la Estación de Autobuses (un equipamiento de reciente construcción, sepultado y que comparte instalaciones con el Tren de Alta Velocidad) pero realiza varias paradas dentro del casco urbano gerundense antes de proseguir su recorrido.
Actualmente, servicios como las dos líneas de la Expres.cat que conectan Mataró con Barcelona ofrecen media docena de paradas repartidas por diferentes barrios de la ciudad, de forma que la mayoría de los mataronins tienen una cerca. Este hecho supone una aventaja competitiva imbatible de los autobuses respecto al tren: la estación de Cercanías, a tocar de mar, se encuentra muy lejos de algunos de los barrios más poblados del municipio. Esto, sumado a la carencia de fiabilidad del servicio, hace que muchos mataronins opten por el Expres.cat, un servicio actualmente saturado; a pesar de que las frecuencias en horas punta de los días laborables son muy elevadas, muchos viajeros se ven obligados a viajar de pie por la autopista.
14 líneas interurbanas
Según recoge la web del Ayuntamiento, Mataró cuenta actualmente con 14 líneas de autobuses interurbanos que tienen inicio, final o paradas intermitges en el interior del casco urbano. Todas ellas están gestionadas por la Autoridad del Transporte Metroplità (ATM) y la concesión del servicio es a dos empresas privadas, Moventis y Sagalés . La mayoría gravitan sobre el eje costero Barcelona-Blandas y también sobre la conexión con el Vallès. Además de las líneas E.11.1 y E.11.2 que conectan con Barcelona, también destacan servicios muy utilizados como el C-5 que une Mataró con la Universidad Autónoma, la E.13 Mataró-Granollers-Sabadell, o las diversas líneas que conectan la capital del Maresme con Argentona.
Cada línea, un mundo propio
El hecho de no contar con una estación central de autobuses comporta que la quincena de líneas interurbanas tengan cada una su propio recorrido dentro de Mataró, en base a una lógica a menudo difícil de discernir. Al casco antiguo de la ciudad, los autobuses Expres.cat en Barcelona se paran en plaza de las Tereses, mientras que los que van a Granollers y Sabadell lo hacen en plaza de Santa Anna. Este últimos, como los de Argentona, también tienen parada a tocar de la Estación, pero no a la plaza Granollers, donde se se paran la mayoría de buses interurbanos puesto que es el actual centro geográfico de la ciudad. Cada línea, por lo tanto, es un mundo propio sin relación con las demés. La estación de autobuses ejerce, en los municipios que cuentan con ellas, de punto de referencia para todos los usuarios que saben que encontrarán la salida de su trayecto, con los horarios desplegados, venta de billetes, zonas de espera a cubierto con bares y aparcamientos. Los usuarios mataronins, mientras tanto, se tienen que buscar la vida online en los webs de cada empresa concesionaria del servicio, que a menudo acaban complicando todavía más el jeroglífico de saber qué parada y qué frecuencia tocan para cada destino.
En Mataró, uno de los núcleos irradiadors de los buses interurbanos es la plaza de Las Tereses, donde se paran buena parte–pero no todos- de los autobuses interurbanos. Cómo que también lo hacen gran parte de las líneas del Mataró Buzo, y además es un nudo de comunicación del centro de Mataró, los problemas de tránsito, de ruido y de contaminación están una constante. Ahora que el gobierno municipal se ha propuesto reurbanizar el casco antiguo, en el marco del Plan de Impulso del Centro, se podría esperar que la reforma de la plaza de las Tereses, que también se intuye necesaria como espacio verde y de encuentro, se incluyera como propuesta a corto plazo. Pero el alcalde, David Boto, ya avanzó que "no es prioritaria", a pesar de que sí se avanzará en la conversión de la calle Sant Josep en vial exclusivo para peatones. Uno de los objetivos de esta medida, según explican desde el gobierno, es conectar mejor el sector Ayuntamiento-Plaza Grande con el mercado de Plaza de Cuba y entornos, hoy una zona de gran dinamismo comercial y de ocio. Pero la plaza de las Tereses, donde empieza la calle Sant Josep, en su estado actual puede ser una barrera que separe estos dos ejes. La última reforma data de hace cuatro años y convirtió el tramo norte de la plaza en exclusivo, teóricamente, para peatones, a pesar de que hoy los vehículos campen libremente. Donde sí que se está avanzando es en la reforma del aparcamiento subterrany de la plaza.
Una de las propuestas de la oposición era situar la estación de autobuses al solar de la nave Vapor gordils
Varios grupos de la oposición han insistido, en los últimos años, en la necesidad de establecer una estación de autobuses a la ciudad. En especial la CUP y VOLEMataró, hoy sin representación al consistorio. Los primeros apostaron para construirla al frente marítimo, a los terrenos donde hay la fábrica Vapor Gordils. Otra ubicación que se había planteado era a los entornos de la Pollancreda, entre Pla de en Boet y La Ringlera. El proyecto ganador del Plan de Impulso del Centro proponía instalarla en el solar de Can Fàbregas, a pesar de que actualmente sea propiedad del Corte Inglés.
Hace más de una década que se habla de esta posibilidad, nunca sin concreciones. La Generalitat de Cataluña anunció que evaluaria la viabilidad de establecer una estación de autobuses en Mataró, uno de los proyectos previstos en el Plan de Transportes de viajeros de Cataluña 2008-2012. Según este plan, la Generalitat tenía que estudiar la posibilidad de construir una estación de autobuses en varios municipios catalanes, entre los cuales la capital del Maresme. El anuncio, pero, no incluía ningún calendarització ni partida económica, y quedó en fuego de virutas.
El que dice el Pacto por la Movilidad
El Pacto por la Movilidad fue firmado por todos los grupos municipales en 2016. Uno de sus capítulos está dedicado a la necesidad de una estación de autobuses a la ciudad. El documento la considera necesaria siempre y cuánto "la reestructuración de líneas que se derive de la implantación de este equipamiento no comporte un aumento de tiempo de trayecto de los desplazamientos interurbanos, principalmente en cuanto a los servicios directos que conectan la zona alta del municipio con Barcelona". En este sentido, constata que "hay que asegurar que los autobuses interurbanos tengan paradas periféricas en los barrios más densamente poblados, vinculados al destino de su recorrido".