El Pleno de l'Ayuntamiento de Mataró dio luz verde jueves, día 30, la aprobación inicial del presupuesto por el 2014 con ocho votos a favor -los del gobierno-, 13 abstenciones y cuatro en contra. Además, también se aprobó, esto con una amplia mayoría de 21 votos a favor y cuatro en contra, el acuerdo con FCC para enjugar la deuda de poco más de 21 millones de euros que tiene la ciudad con la empresa por el edificio de la Ringlera. El presupuesto entrará ahora en un proceso de alegaciones donde los grupos municipales podrán aportar las consideraciones que crean oportunas, mientras que también se hará una nueva audiencia pública el 13 de febrero porque los ciudadanos puedan decir la suya sobre el texto aprobado.
El regidor de administración y atención ciudadana, Ramon Reixach, ofreció algunas pinceladas del presupuesto previsto por el 2014, que será de 140 millones. El incremento viene dado sobre todo por la deuda de la Ringlera, que supone unos 21 millones de euros de partida en gastos más de los previstos. Entre los datos que facilitó, destacan los 46 millones de ingresos municipales a través de impuestos directos, 21 millones en tasas, transferencias y subvenciones y 3 millones de impuestos indirectos. A la otra banda, los gastos más importantes se reparten en 20 millones en temas de enseñanza, 18 millones de deuda pública de los cuales 5 son intereses y 13 de regreso de capital, casi cinco millones de euros en seguridad y protección ciudadana, 10 millones de euros en recogida de basura y limpieza y un presupuesto de 8,2 millones de euros dedicado a bienestar social. Otros temas como la cultura tienen un presupuesto de 6,1 millones, mientras que la administración general del Ayuntamiento sube a 7,3 millones de euros. Reixach indicó que si todo iba como estaba previsto, la deuda a finales de 214 sería de 238 millones de euros.
CiU pudo salir adelante el presupuesto gracias a las abstenciones del PSC, el PP e Iniciativa. Los populares señalaron que su idea era abstenerse porque ahora empezaba "el camino para hacer alegaciones" y harían un ejercicio de responsabilidad "colaborando porque el presupuesto salga adelante". En relación a la Ringlera, Jose Manuel López dijo que votarían a favor porque es una manera de "solucionar un problema que tenemos sobre la mesa", a pesar de que no se estuvo de asegurar que el caso le recordaba al del "bar del TecnoCampus". Por su parte, Iniciativa por Cataluña se abstuvo en el presupuesto a pesar de que lamentó la "carencia de partidas específicas en fomento de ocupación", falta de medidas para ayudar a autónomos, alquileres y espacios de oficinas, carencia "de ayudas a parados y pocas propuestas por impuilsar el tercer sector de la economía social". La abstención servirá porque esperan "se escuchen algunas propuestas nuestras", dijo Esteve Martínez. En el casl de la Ringlera, voto favorable ante el que consideran "un buen acuerdo en una factura que era necesaria solucionar".
Montse López, del PSC, celebró que se volviera a aprobar un presupuesto después de que el último golpe fuera el 2012, y desgranó la postura del principal grupo de la oposición: "Ya hicimos un ejercicio de responsabilidad al votar favorablemente las ordenanzas fiscales, y se demuestra que con esfuerzo y consenso podemos seguir siendo útiles a la sociedad". Los socialistas se abstuvieron, todo reclamante trabajo en el gobierno en el diálogo para "mejorar la ciudad". Las prioridades de los socialistas serán "ayudar a la gente necesitada, impulsar políticas de ocupación, la convivencia, la seguridad, la mejora de espacios públicos, educación y mejoras económicas como la reindustrialización de la ciudad". Sobre la deuda del edificio de la Ringlera, López recordó que la decisión de aquella construcción era en un "contexto diferente" y que aún así "se le saca rendimiento, puesto que hay un 70% ocupado de los espacios de venta y alquiler". Votaron a favor del acuerdo con Fomento.
CUP y Plataforma por Cataluña votaron en contra del presupuesto. Los independentistas lamentaron que la deuda condicionara tanto los presupuestos y siguiera secuestrado por el "PP de Madrid, las políticas neoliberales y medidas europeas en contra de la soberanía local", además de recalcar que "ni generará ocupación ni beneficia en la ciudad, más bien lo empobrece". "Estamos perpetuando la injusticia que vive la ciudad", añadió. PxC lamentó que CiU siguiera la política "de excusarse de la herencia recibida" y que "no se ha visto ningún cambio de los prometidos por el gobierno en campaña electoral". "Hay partidas destinadas a favorecer colectivos benestants y no a los más débiles", añadieron. También votaron en contra del acuerdo sobre la Ringlera porque consideran que los 21 millones "no son el precio real" del edificio.
En el turno de réplicas, Reixach recalcó que "hay muchas maneras de fomentar ocupación" y no sólo con acciones directas, y puso de ejemplo las aportaciones al TecnoCampus que se tienen que traducir en formación y viveros por futuras ocupaciones. El alcalde, Joan Mora, calificó el presupuesto de "sólido" que servirá para "relanzarnos desde el punto de vista que ya tocamos tierra firme". Además celebró el acuerdo con la compañía de Fomento para eliminar una deuda que "generaba intereses mensuales enormes" y añadió, en la línea de Reixach, que el Ayuntamiento tiene que dar "confianza porque la sociedad civil genere ocupación", puesto que esto es mejor que crear "diez puestos de trabajo temporales con contratos precarios".
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