El mataroní Joan Giménez Blasco es el ganador de la 63a convocatoria del Premio Iluro, levantándose con su cuarto galardón por el trabajo 'El primer franquismo a Mataró 1939-1950'. El Ateneo Centro Cultural acogió el acto del certamen que mujer nombre a la Fundación Iluro, recuperando la presencialidad y coronando con su particular póquer al historiador mataroní por la continuación de su estudio de la represión a la capital del Maresme 'Mataró 1939-1945, La represión – Paisaje humano después de una guerra' que ya le había valido el premio tres años antes, el 2018. Giménez ya era el último ganador del certamen, que los últimos años ha sido prolífico en convocatorias desiertas. Se endú 6.000 euros y la publicación del trabajo.
Con cuatro Iluros, Giménez Blasco sube al podio histórico y se acerca a los cinco d'Antoni Martí Cuello y a los seis de Joaquim Llovet Verdura. En el decurso del acto del Premio Iluro también se presentó la publicación de la accèssit de la edición pasada, que pasa a integrar la colección del certamen: 'Dionís Baixeras 1862-1943, Un pintor entre el Maresme y los Pirineos', de Esther Alsina Galofré (Accèssit Pulse Iluro 2020).
El trabajo ganador
El trabajo, explicó el ganador en sus palabras de agradecimiento, es hijos de los tiempos de pandemia y confinamiento. El 2019 murió el padre de Giménez, que se decidió a estirar el hilo de los temas que había sentido en casa cuando se hablaba de la época estudiada, del hambre al estraperlo, la policía, la Falange, la represión. "Intentando dibujar diez años del que había sido aquel primer franquismo a Mataró encontré todo el que mi padre me explicaba. La historia de unos ganadores, de su represión feroz, de sus depuraciones, de la condena al pacto del hambre a muchas personas depuradas. He intentado hacer un homenaje a una generación que vivió estos tiempos y esta precariedad", dijo Giménez que también tiró un grito de alerta en clave presente: "ahora que la extrema derecha vuelve a aparecer tengamos en cuenta que son los hijos ideológicos de aquel franquismo y que esto nunca lo podemos olvidar".
El Presidente del Jurado, Joaquim Nadal, se estrenaba presencialmente en el acto y elogió las virtudes de los seis trabajos presentados (diferenciándose simpáticamente de su tiet Jordi, dijo, que es recordado cómo uno de los Presidentes más exigentes e implacables del jurado) deteniéndose en el trabajo ganador, que posó de ejemplo de "libro de historia que habla de Mataró y no de historia local" en la línea del Premio Iluro de Joaquim Llovet que él leyó medio siglo atrás para hacer su tesina. Nadal, además, aseguró que esta edición del Premio "resuelve la duda existencial, si es que ha sido" por la cantidad y la calidad de trabajos presentados, hecho que asegura la continuidad y vigencia del certamen en unos últimos tiempos en qué diferentes convocatorias se han fallado desiertas.