El sonido de las campanas de Santa Maria es el latido que ordena la ciudad de Mataró desde hace siglos. Arriba de todo del campanario de la Basílica hay las dos civiles, la de los cuartos y las de las horas. Las más antiguas, una con seis siglos de historia. Debajo, en la celda del campanario, están las litúrgicas. En la capital del Maresme, las campanas son importantes. Convocan y comunican. Congregan un gentío por Las Santas, agotan sistemáticamente las plazas de las jornadas de puertas abiertas del campanario y ahora, además, serán rehabilitadas integralmente porque su sonido mejore y no se pierda.
- Mataró hace una apuesta por las campanas meses después de la declaración de la UNESCO que convirtió su repique manual en Patrimonio de la Humanidad.
- Un patrimonio, el repique manual, que a Mataró viene de muy antiguo y a diferencia otras localidades no se ha perdido nunca,
- Los últimos 40 años ha sido el grupo de campaneros fundado y liderato por el añorado Lluís Hugas el encargado de preservar los toques.
- Estos campaneros ejecutan más de 80 repiques a lo largo de todo el año litúrgico.
En los meses que quedan hasta las próximas Santes (a Mataró este es el calendario que siempre manda) se tiene que hacer la intervención más importante al campanario de Santa Maria del último siglo. Una intervención integral sobre este en cuanto que unidad instrumental. Se fundirá una campana nueva para sustituir la de mar, que está rota. Se bajarán el resto de bronces, que serán llevados a restaurar. Y se cambiarán los sistemas de repique, anclajes y contrapesos. Cuándo por Les Santes de julio del 2024 se repique a novena, Barram o a Oficio, el campanario de Santa Maria habrá consumado una metamorfosis para volver al pasado: sonará de manera similar a cómo había sonado antes de la Guerra Civil. A la manera catalana, con singularidad mataronina.
De la campana rota a la intervención integral
La intervención que se hará al campanario y a las campanas de Santa Maria tiene que permitir superar y revertir las patologías funcionales que el campanario arrastra de hace décadas, agravadas a partir del año 2017 con la aparición de grietas severas a la campana 'Carme'. Esta puerta desde entonces inmovilizada y su sonido, cuando se repica con la técnica del badajo, es deficiente. De la investigación de cómo sustituirla emprendida por los campaneros y el Museo Archivo de Santa Maria por encargo de la parroquia acabó saliendo el proceso que -con asesoramiento del máximo especialista en campanologia del país, el doctor valenciano Francesc Llop- ha acabado fructificando con el proyecto que se impulsa ahora: el de rehabilitar todo el campanario. El de devolver las campanas a las maneras y repiques propios e históricos, documentados de hace más de un siglo.
Para hacerlo posible, durante el primer trimestre de 2024 se retirarán todas las campanas de la basílica –a excepción de las dos civiles, que marcan los cuartos y las horas– y serán trasladadas al taller de una empresa especializada, donde serán limpiadas y se fabricarán e instalarán nuevos yugos de brazo recto y cabezales hechos de madera, análogos a los que ya habían existido al templo antes de la Guerra Civil, cuando desaparecieron todas las campanas de uso litúrgico.
Mientras tanto, ya se encargará a un maestro campanero la fundición artesana de una nueva campana «Carme» que sustituirá el actual, que data de 1954. Tendrá la forma, las dimensiones y un peso equivalentes. También conservará la sonoridad original, si bien se diseñará con una concepción contemporánea.
El resultado será, según detalló el director del Museu Archiu de Santa Maria Nicolau Guanyabens, "un paso de gigante por la preservación del patrimonio porque nos permitirá recuperar el repertorio histórico de repiques y cuidar las campanas tocándolas a la manera original, superando el volteo y repicándola en base a cuerdas y no simplemente con la mano cómo se ha hecho los últimos años".
100.000 euros de presupuesto con parte de financiación popular
El coste previsto de las intervenciones, que ya disponen de la licencia urbanística y de todas las aprobaciones y permisos necesarios, supera los 100.000 euros Para hacer frente, se cuenta con una aportación económica de 44.000 € por parte del Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña, en el marco de la convocatoria de subvenciones para inmuebles de notable valor cultural, y el Ayuntamiento de Mataró aportará otros 44.000 €.
Para complementar las aportaciones de las dos administraciones, desde Santa Maria se está ultimando una campaña de captación de patrocinios de empresas y de recogida de aportaciones personales (con ventajosas deducciones fiscales) que permita completar la financiación de todas las intervenciones previstas, además de diferentes acciones comunicativas para acercar al conjunto de la ciudadanía el rico patrimonio material e inmaterial del campanario.
La intervención sobre las campanas de Santa Maria unió en la presentación y en la fotografía arriba del campanario -cómo lo están en el proyecto- a Generalidad, Ayuntamiento, parroquia y Museo Archivo. Andreu Felip, director de los Servicios Territoriales de Cultura posó el proyecto como ejemplo "de cómo de importante es difundir el patrimonio, que la ciudadanía se lo viva y se lo sienta suyo como Mataró pasa con estas campanas" y el alcalde David Bote celebró que "el que ahora empieza es la proyección en el futuro de una ciudad milenaria e histórica, con empujón, que quiere proyectar el sonido de sus campanas y hacerlo perdurar".