Subida de impuestos, racionalización del gasto y dejar de prestar algunos servicios. Estos son los tres ingredientes con los cuales el gobierno bipartit del Ayuntamiento de Mataró tiene que hacer la receta del presupuesto 2021. El impacto de la pandemia es evidente en gastos y en menos ingresos y el ejecutivo ya ha puesto cifras a la anunciada propuesta de ordenanzas fiscales: 4 euros más al mes pagará cada mataroní el año que viene.
Los números se tienen que hacer cuadrar y a la calculadora del gobierno, en manso del regidor Juan Carlos Jerez, hay varios operaciones. La gestión de la Covid-19 a nivel municipal ha hecho emanar obligaciones económicas severas que han desequilibrado ingresos y gastos: para cerrar 2020 con el mínimo déficit y sobre todo prepararse para un año que viene en que las previsiones siguen siendo empinadas hay que contar con 8,3 millones de desviación por el 2021 entre el que habrá que gastar de más y el que se ingresará de menos. Más de 8 millones que saldrán del aumento de la presión fiscal vía el IBI y la tasa de la basura y de un aprimament de servicios municipales que -atención- tiene que suponer un recorte de 4,85 millones si se quiere cumplir. Son mucho dinero y de momento no se sabe por donde se recortará. Pero las tijeras están afiladas.
La (última) subida de impuestos del mandato
"Intentaremos que esta sea la última subida de impuestos del mandato, esta es la idea con la que trabajamos" dice el Alcalde Bote que pide que con el aumento de las ordenanzas se reparta el esfuerzo entre ciudadanía y administración. Hay que recordar que ya el año pasado aumentó la presión fiscal. La propuesta que el gobierno llevará a aprobación (garantizada por su mayoría absoluta) supone un 6% de aumento del Impuesto de Bienes Inmuebles y un aumento de la tasa de la basura del 17,5%, coincidiendo con el estreno del nuevo contrato de este servicio que precisamente ahora se saca a licitación y es lo más importante del grupo Ayuntamiento: cercano a los 45 millones de euros.
"La subida suponen 4 euros más al mes" han querido resumir, ponderando mensualmente la subida, tanto Boto como Jerez. Sergi Morales, regidor de los comunes, también era al encuentro en que se ha dado a conocer la propuesta de ordenanzas fiscales y ha defendido que "es una medida poco popular pero que sirve para garantizar el nivel de los servicios públicos de una ciudad con tanta historia de gobiernos progresistas".
El alcalde, David Bote, y el segundo teniente de alcalde, Sergi Morales, con los representantes de FAGEM, PIMEC, UGT y CCOO. Foto: Romuald Gallofré / Ayuntamiento
48 euros más al año de media
Hechos los números, la subida mediana de los impuestos municipales en Mataró será de 48 euros más el 2021. El recibo medio del IBI subirá de los actuales 480 a 508 "2 euros al mes" y la tasa de la basura unos 20 euros más en el tramo mayoritario, es a dire "2 euros al mes" más. El resto de propuesta de ordenanzas fiscales no presenta muchos más novedades más allá de la supresión de la bonificación de la basura por uso de las desecherías municipales. El gobierno considera que el reciclaje es una obligación para todo el mundo y dejará de aplicar los descuentos por uso que se aplicaban desde hace años y cerraduras.
Para amortecer el impacto sobre las economías familiar más débiles, el Ayuntamiento aprobará un nuevo paquete de subvenciones de 500.000 euros, el doble del que se destina actualmente. Se podrán acoger los colectivos más vulnerables, incluidos los trabajadores afectados por un ERTO. Las ayudas al pago del IBI y la tasa de la basura tendrán un tope de 250 euros por familia.
Una racionalización de 4,85 millones
El gobierno mataroní no cubre ni la mitad del desajust económico con la subida de impuestos. Le faltan 4,85 millones que tienen que ser el resultado de un Plan de Racionalización que tienen muy claro qué quiere decir (gastar menos) pero no quieren decir donde se plasmará. "El Ayuntamiento tiene que revisar su catálogo de servicios, que consta de más de 40 años sumando servicios que ofrece analizar qué puede y que no puede asumir. Ya dijimos que no habría dinero para todo", resume el Alcalde David Bote, en referencia a una entrevista con Capgròs..
Estos 4,85 millones tienen que provenir, pues, de poner el Ayuntamiento a dieta, adelgazando gastos organizativos y, se supone, tomando decisiones de tipo estratégico. Sergi Morales invita la oposición a "una toma de decisiones que implicará también las próximas legislaturas" y Juan Carlos Jerez defiende el observatorio propio de los servicios públicos que tiene el Ayuntamiento como el mecanismo útil para detectar por donde tienen que empezar las tisorades. David Boto confía que "las políticas de reconstrucción se demuestren válidas y 2021 sea el último año de la pandemia" pero es esquiu al concretar como concretar esta racionalización. Sólo ha dado una pista: la competencial. Hay servicios históricos que el Ayuntamiento presta en la ciudad en ámbitos que no le corresponde que podrían tener los días contados. La calculadora tiene que sumar 4.850.000.