Las mejores Dissantes de la historia

Es una tradición que los diferentes presidentes del Comité Olímpico Internacional cuando acaben unos Juegos digan que han sido los mejores de la historia. Una manera, cuando la cosa ya se clausura, de reconocer el trabajo hecho. Es una consuetud un poco tópica y vacía de contenido, pero tanto le hace: la podemos emular. Las Dissantes del 2022 han sido las mejores de la historia.

Espaterrant la sensación y mágicas las imágenes. Ya sabíamos que estas serían Las Santas de las emociones y ya hay que calzarse si todo responde al patrón ver hasta ahora en todos los actos. Hay que calzarse y apretar-se porque por más que la parte de playa del antiguo Club Náutico sea un espacio muy gordo ayer sábado llegó a quedarse pequeño. La Fundación Maresme dice que se superaron las 15.000 personas. Una gernació o la muestra que Mataró tiene siete de Santas y tenía muchas ganas de recuperar una de sus citas más especiales. El día del pequeño milagro que propicia la Fundación en forma de festassa llena de sentido, mensaje y contenido.

había habido antes de estas muchas Dissantes sonadas. Cada una tiene su encanto y no hay que elegir ninguno. Las del 2018, con Txarango llenando el Parque Nuevo como solo lo había hecho aquel macor-festival de Junto Molinero hace 20 años por ejemplo, fueron desbordantes. Las de este 2022 sumaban doble aliciente añadido: son las del regreso y la afirmación de las ganas de volver a decir 'Yo zoco como tú' después de la pandemia y, además, el componente local iba reforzado. Los grupos jugaban en casa. Y cuándo eres de la Cantera y juegas a un Camp Nou lleno puede pasar que parezcas otra jugadora.

The Tyets, profetas en casa

The Tyets están en aquel punto en el cual se posan un calcetín a La Fraga y se acaban de calzar al Montsià. No padres, arriba y abajo. En clave mataronina los podemos tener como el que son: un grupo de bonos amigos que se pasan teta, pero es prescriptivo mirar la agenda y parar la oreja allá donde van. Nos ha salido un señor hortet de la música urbana y hay que cuidar los frutos. Ayer, por más que hicieran quizás el mismo concierto que el día antes, The Tyets tenían el añadido. Eran profetas en casa y se los notaba sonrientes y risueños, todavía más. Se divirtieron y doblaron flashmob y 'bolo' con su entusiasmo desbordante. Dejaron todo el mundo empapado de sudor porque es imposible parar quieto escuchándoselos.

Habían abierto antes los Cine Nuria, en aquella hora perezosa de las Dissantes en el cual las familias y las rotllanes en tierra para cenar son protagonistas. La levantaron y echaron de su buen repertorio por un concierto bueno. Y después de The Tyets, para hacerlo todo mataroní subieron a decir la suya el colectivo de la Tejedora.

Lágrimas de Sangre, más allá del rape

Los Lágrimas de Sangre son del Masnou pero demasiada gente mataronina los descubrió a las Dissantes 2022. No los olvidarán y quizás nos reprochan a los que los presentábamos diciendo que eran un grupo de rape de por aquí. Acertábamos diciendo que atención, que gustan mucho y tienen querencia y de hecho la playa prácticamente no se vació gente. Quizás las criaturas, al séptimo sueño ya, llevadas por los padres. Y poco más. Los Lágrimas son un señor grupo que las dice, las hace, las canta y las plantea de altos vuelos. Y que con buena disposición y muy buen olfato se han creado su propio sonido, capaz de tender a la melodía hasta acontecer tararejable o desgarrar el verde porque sea más contundente. Removieron caderas y conciencias y dejaron la noche franca porque Angangas enseñaran aquello que nunca habrían tenido que dejar de ser las orquestas de Fiesta Mayor: músicos de primera que saben que cada segundo es oro, cada canción la última bala y la noche una guerra simpática que viene a ganarse.

De verdad, la estampa a las tres era formidable. Emocionando de lo lindo. Miles de personas encara consumiendo como locos, contentos y reencontrados. La Fundación Maresme ha renovado su milagro y su símbolo parecía sonreír todavía más a las camisetas negras de este año. Mataró lo volvió a hacer y quizás mejor que nunca antes. Gloria a Las Santas y gloria a en Santi!