Pagar el billete con tarjeta, llegar al TecnoCampus y al Rengle, y contar con más viajes en líneas de alta demanda como la 3 y la 6. Estas serán algunas de las novedades que encontrarán los usuarios de Mataró Bus, si todo va bien, a principios del año 2025. Así lo prevé el nuevo contrato del servicio, aprobado en el Pleno de septiembre y que ahora debe licitarse.
La futura contratación, por un importe máximo de 24 millones de euros y una duración de 5 años, servirá para cubrir los costes de un servicio "que cabe recordar que es deficitario", según el concejal de Movilidad, Xesco Gomar. El edil prevé que en enero o febrero de 2025 ya haya adjudicatario y se puedan incorporar las mejoras previstas, aunque siempre pueden surgir "inconvenientes", como él mismo asegura. En otros municipios ha sucedido que las empresas no adjudicatarias impugnan el concurso, lo que retrasa todo el proceso.
Las principales novedades:
- Terminal de pago en los vehículos para poder pagar con tarjeta.
- Refuerzo de las líneas 3 y 6, y estudio para hacerlo también con la 1 y la 2.
- Llegada del servicio al TecnoCampus y al Rengle.
- Estudios de nuevas tecnologías vinculadas a los motores y la propulsión de los vehículos.
Sea como sea, una vez adjudicado el contrato, la empresa que lo gestione (actualmente es Avanza) deberá implementar novedades como la presencia de terminales de pago en los vehículos, que permitirán finalmente a los usuarios pagar el billete sencillo con tarjeta de crédito.
Otra de las novedades destacadas es el refuerzo de dos de las líneas que actualmente tienen mayor demanda, la 3 y la 6. Este refuerzo incluirá una prolongación de la línea 3 hasta el TecnoCampus y el Rengle, una zona de la ciudad que hasta ahora ha estado desatendida en materia de transporte público, a pesar de contar con cientos de nuevos residentes, los centros universitarios y las decenas de empresas instaladas en este sector.
Aunque inicialmente no se prevé, Gomar asegura que "muy probablemente en este mismo mandato" se realizará una ampliación presupuestaria para reforzar también las líneas 1 y 2, que actualmente están al borde del colapso en horas punta. Desde el Ayuntamiento señalan que el servicio de Mataró Bus ha experimentado un gran aumento de la demanda, fruto de las bonificaciones estatales del transporte público.
Probar nuevas tecnologías Por otro lado, el concurso encarga a la empresa ganadora probar, durante estos cinco años, nuevas tecnologías vinculadas a ámbitos como la propulsión de los vehículos. Aunque buena parte de la flota ya es parcialmente eléctrica, se quieren probar alternativas como los motores de biodiésel, ya que los 100% eléctricos generan dudas sobre su capacidad para afrontar cuestas en barrios como La Llàntia o Cirera.
El contrato licitado es de corta duración para lo que suele ser habitual en este sector. El Ayuntamiento de Mataró lo ha hecho de cinco años expresamente para que su finalización coincida con la del contrato del servicio de autobús interurbano, concedido por la Generalitat a Moventis. De cara a 2028, se prevé reconfigurar conjuntamente las dos redes de autobuses en la ciudad.