Mataró tendrá una torre de 26 plantas y 84 metros a primera línea de mar, que será el edificio más alto de la ciudad. Un proyecto polémico, que genera un fuerte debate ciudadano, pero que cada vez es más cerca de ser una realidad.
Este jueves, día 9, se certificó un nuevo paso adelante para el proyecto con la aprobación, al Pleno municipal, del texto refundido del Plan de mejora urbana de la Isla de la futura Torre Barceló. La Generalitat, a través de la Comisión Territorial de Urbanismo, ha aprobado el proyecto, incorporando una serie de prescripciones técnicas que no suponen ninguna variación importante.
El gobierno, formado por el PSC y En común Podemos Mataró y que tiene mayoría absoluta, votó a favor del texto refundido del proyecto, mientras que ERC y Juntos por Mataró se abstuvieron y C's votó en contra. Los republicanos señalaron, a través de su portavoz, Francesc Teixidó, que el debate tenía que ir más allá de cuestiones técnicas.
La oposición teme que sea una "operación de elitismo urbano"
"Habría que dejar claro a la ciudadanía que se pretende con obras cómo este", afirmó Teixidó, que considera necesario "explicar qué equipamientos tendremos para atender toda la gente que vivirá en esta torre y en todos los nuevos sectores". El portavoz de ERC también expresó el temor que se acabe llevando a cabo "operaciones de elitismo urbano cómo otros gobiernos del PSC están aplicando a otros municipios". Alfons Canela (Juntos por Mataró) reiteró que no están de acuerdo con el planeamiento aprobado.
El solar donde se construirá la Torre Barceló. Foto: R. Gallofré
La torre prevé contar con un máximo de 192 viviendas
El proyecto, en todo caso, sigue adelante, y todo depende ya de cuando el promotor de la obra esté dispuesto a empezarla porque Mataró sume un nuevo rascacielos a su frente marítimo. En este caso, el más alto de la ciudad, de largo. La torre prevé contar con un máximo de 192 viviendas, espacios comerciales y para oficinas a las plantas bajas, y a sus entornos se creará, además de una plaza, un paso inferior hasta las instalaciones portuarias, proyecto vinculado a la futura remodelación de la estación de cercanías.
En cuanto al edificio en si, de 26 plantas, está diseñado por Alcalde y Roig, un prestigioso despacho de arquitectos con proyectos residenciales, deportivos y de equipamientos en todo el Estado. La construcción toma una forma romboidal que se descompone volumétricamente, con plantas que reculan de forma sucesiva en altura, y que acaba tomando una forma casi cubista.
El edificio tiene que ser el símbolo de la regeneración de la Ronda Barceló y también del sector de Iveco-Pegaso. La construcción de un edificio tan alto, pero, no ha sido muy recibido por todo el mundo y a las redes sociales ha generado una gran controversia.