Los usuarios de las líneas de bus Expres.cat de Mataró a Barcelona, así como los que unen la capital del Maresme con la UAB, están hartos de los problemas que se viven en los últimos meses en la calidad del servicio, con averías constantes, casos puntuales pero muy preocupantes cómo los incendios de autobuses y expediciones que se anulan de repente. Y los conductores son los que habitualmente acaban pagando las iras de los pasajeros.
Por este motivo, ahora son los conductores quienes levantan la voz y piden a los usuarios que dirijan sus protestas donde corresponde, la empresa concesionaria del servicio público, Casas-Moventis, en ninguna parte de hacerlo directamente a unos trabajadores que acaban siendo, también, víctimas del problema que se vive en estas líneas de transporte interurbano.
Ya hace días que a las paradas del autobús Mataró-Barcelona hay colgados carteles informativos que rezan: "Los conductores de las líneas de autobús de la empresa Casas del grupo Moventis lamentamos los retrasos, pérdidas de expediciones y el lamentable estado de los vehículos, que se venden produciendo en las diferentes líneas y poblaciones".
Ante esto, avisan que ellos "no son los responsables de estas situaciones", y piden a los pasajeros que formulen sus quejas allá donde corresponde: el libro de reclamaciones disponible al vehículo, en los ayuntamientos, a la Autoridad del Transporte Metropolitano o a las empresas Casas y Moventis.
El incendio de un autobús de la línea Expres.cat a principios del mes de mayo fue la gota que hizo derramar el vaso y motivó un comunicado del Comité de empresa de Casas-Moventis, que lamentaba "el evidente retroceso en la calidad del servicio". Desde el comité se señalaba una "carencia de inversión económica y en recursos humanos" que está afectando "tanto a los usuarios cómo a los propios trabajadores de la empresa". Afirmaban que los autobuses "no están recibiendo el mantenimiento adecuado", lo cual provoca "constantes averías y retrasos en los servicios".
Los usuarios de las líneas a Barcelona y a Bellaterra también llevan tiempos denunciando los problemas que se viven en el servicio, especialmente por la pérdida de expediciones y por el hecho que las que se mantienen van llenas a rebosar, haciendo que los autobuses no recojan pasajeros a determinadas paradas porque ya van llenos y obligando los usuarios a viajar de pie por la autopista.