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La sequía se agrava y se activan nuevas restricciones de agua

El sistema Ter-Llobregat del que bebe el Maresme pasa en 'semáforo naranja' adopta la excepcionalidad por sequía

No llueve y la situación empeora. La sequía sigue siendo persistente y las reservas de agua a los pantanos van bajando. Ante esta situación l'Agencia Catalana del agua decretará más restricciones para partir de jueves al sistema Ter-Llobregat en el que se inserta el Maresme y 5,9 millones de catalanes: se restringirá a un máximo de 230 litros por persona y día.

La entrada en el escenario de excepcionalidad (menyss del 30 %) al sistema Ter-Llobregat y al acuífero Fluvià Muga supone un paso más en la reducción de agua en algunos usos, cómo la reducción del 40 % del agua para usos agrícolas, la reducción del 15 % para usos industriales, la reducción del agua para usos lúdicos (15 % en usos asimilables y 50 % en riego) y la prohibición del riego de zonas verdes, públicas y privadas (solo se permitirá el agua para mantener vive el arbolado y haciéndolo gota en gota o con regaderas). Se prohíbe la limpieza de calles con agua potable.

25 meses sin lluvias abundantes

La Comisión de Sequía (integrada por los departamentos de Presidencia, Acción Climática, Interior, Empresa y Trabajo y Salud) ha avalado las medidas al constatar que continúa el descenso de las reservas, después de 25 meses sin lluvias abundantes a las cabeceras de los ríos.

También hay una reducción de la dotación de agua mediana por habitante y día. Si en el escenario de alerta era de 250 litros por habitante y día, en excepcionalidad pasa a los 230 litros por habitante y día, mucho por sobre todavía del consumo mediano, de 117 litros por persona y día. Se toma esta medida por el riesgo de desabastament y porque se acerca la primavera con un volumen de reservas muy bajo (27 %) y sin que se hayan recuperado, debido a la falta de lluvias .

Semáforo naranja

La consejera de Acción Climática, Teresa Jordano, ha dicho que se pasará del "semáforo amarillo al naranja", y al cuarto de los cinco escenarios totales para gestionar la sequía, que ya dura 29 meses, 11 más que la del 2008, de la cual se aprendieron algunas cosas. El agua de uso agrícola se restringirá un 40 %, ante el 25 % actual, el industrial un 15 %, ante el 5 % actual. De hecho, cree que las medidas tomadas durante el 2022 han retrasado seis meses la entrada en vigor de las nuevas restricciones. Según el Gobierno, la regeneración de agua, las dessaladores y los pozos de sequía han aportado más agua el 2022 y el 2023 que el agua de los pantanos de Sau y Santo Ponç.

Para volver a una situación de normalidad, ha dicho Jordano, quizás tendrían que llover 50 litros por metro cuadrado cada día durante 4 meses. La consejera ha dicho que los modelo predijeron un enero y febrero más lluviosos del habitual y se ha cumplido, pero ha recordado que son meses normalmente secos. En el mismo sentido, los modelo prevén una primavera lluviosa, y eso sí que podría ayudar a llenar las reservas. Jordano ha dicho que se podría aguantar hasta un año más sin lluvias, pero aprovechando a niveles extremos todas las medidas.

Durante esta sequía el consumo urbano de agua ha crecido un 3,5 % todo y las campañas de concienciación. Por eso, ha instado a reducir el consumo, sobre todo de cara a la temporada turística de Semana Santa y verano.