Por qué se mantiene la lacra de la violencia doméstica? A pesar del endurecimiento de la legislación y del código penal, y de las numerosas campañas de sensibilización y proyectos educativos, las mujeres siguen siendo víctimas de agresiones físicas y psicológicas en el ámbito familiar, demasiado a menudo con resultados fatales. Al 2014 un total de 14 mujeres murieron asesinadas a manso de sus parejas o exparelles en Cataluña. Mataró ha vivido recientemente dos casos dramáticos: el de Piedad Moya, todavía desaparecida, y el de la madre y la hija apuñaladas la semana pasada por la exparella de la segunda. Y no son casos aislados: durante el 2014, el CIRD (Centro de Información y Recursos para las Mujeres de Mataró) atendió 386 mujeres víctimas de violencia de género.
La regidora de Mujer, Olga Ortiz, apunta que para muchas de estas víctimas resulta complicado presentar denuncia (tardan una media de 10 años desde la primera agresión, según datos del Instituto Catalán de la Mujer). "Es un proceso complejo, implica reconocer la situación, declarar a los Mozos y al juzgado y enfrentarse al agresor", explica. Por eso, insiste que estas mujeres "se tienen que sentir plenamente acompañadas en este camino por parte de los diferentes estamentos públicos". En Mataró es el CIRD quién se encarga. Depende de la concejalía de Mujer y ofrece atención personalizada a las mujeres en el ámbito familiar, social y laboral. Además, es la "puerta de entrada" para las que han sufrido maltratos y buscan ayuda. llegan derivadas desde los servicios sociales, los juzgados, los Mossos d'Esquadra, las escuelas o el Hospital. Desde 2011 el Ayuntamiento dispone del Protocolo de abordaje integral de la violencia machista, formado por 21 entidades de diferentes ámbitos que detectan casos de maltrato y guían la víctima cabe allá donde la podrán ayudar.
Desde hace unos meses se ha sumado el SIE (Servicio de Intervención Especializada), un organismo de la Generalitat instalado en la capital del Maresme y que da servicio a toda la comarca. Haciendo una analogía, el CIRD sería el médico de cabecera, que detecta el problema y da los primeros auxilios; y el SIE el médico especialista, que atiende en profundidad el caso y pone las bases para la recuperación. Esta pasa por la atención psicológica, por el asesoramiento jurídico y por programas de ayuda para la reinserción laboral, que permita a víctima recuperar la autoestima y la autonomía económica y personal. Bien pronto, la concejalía de Mujer espera sumar uno o dos pisos tutelados, procedentes de la bolsa de viviendas vacíos de los bancos y cajas o bien de PUMSA, que puedan acoger víctimas de violencia doméstica y a sus hijos. Su dirección se mantendrá en secreto, puesto que en los casos más graves, la protección tiene que ser máxima (a menudo se tiene que buscar hogar en otro municipio).
Identificar la violencia
En el ámbito psicológico, en Mataró se promueve la terapia con grupos de mujeres víctimas de violencia de género (cinco grupos, con un centenar de miembros en total) y también se presta especial atención a los niños hijos de víctimas de violencia para evitar que, como pasa demasiado a menudo, cuando sean adultos reproduzcan estos patrones en sus relaciones de pareja. "A menudo el más difícil para las víctimas es identificar que el que están sufriendo es violencia" destaca Ortiz.
Por eso es tan importante trabajar con la educación y la prevención. En este sentido, el Plan de Igualdad 2013/2016 del Ayuntamiento apuesta por iniciativas como los talleres de prevención de la violencia en parejas jóvenes. Se han hecho 67 y han participado 1867 alumnos de secundaria, un público importante puesto que entre los jóvenes se ha detectado una preocupante tendencia a repetir estereotipos negativos en las relaciones de pareja (según una encuesta reciente del CIS, uno de cada tres jóvenes encuentra "inevitable" controlar su compañera). Todo ello, para intentar combatir la violencia contra las mujeres, un fenómeno que, como reconoce la regidora, es "una lacra no superada" a nuestra sociedad.