Este lunes 30 y martes 31, últimos dos días de mayo, al atardecer a las vueltas de Santa Maria (a los aposentos parroquiales por donde se entra al Huerto del Rector desde la calle de Sant Francesc de Asís) se recogen firmas para pedir que la Misa de las Santas recupere la máxima participación popular. Cantaires y personas relacionadas con el acto han impulsado esta recogida.
La campaña dirige un escrito al Alcalde y al regidor de Cultura del Ayuntamiento de Mataró en el que exponen que "después de dos años en que la pandemia ha impedido cantar la Misa de las Santas de la manera tradicional, no nos parece el momento adecuado para hacer unos cambios drásticos, que, por ahora, son apresurados, excluyentes y no consensuados", en alusión al la decisión de la Administración de las Santas (órgano encargado de la Misa) de limitar la participación a entre 40 y 50 cantaires seleccionados por los directores y un solo mes de ensayos, por razones sanitarias y de agenda de los directores. Jordi Lluch Arenas será el maestro director de este año.
La recogida de firmas pide "que este año, que precisamente hace 250 de la llegada de las reliquias de las Santas a Mataró, se cante la Misa de las Santas con la máxima participación popular, tal como es tradicional. Sobre todo teniendo en cuenta que la situación sanitaria lo permite".
Hay que recordar que después de no interpretarse el 2020 por primera vez desde la Guerra Civil, la Misa de las Santas del año pasado estrenó un nuevo formato profesionalizado con cantaires de diferentes coros. En las semanas previas a la interpretación se comprobó la mala maror entre muchas personas que lo habían cantado y habían colaborado y el nuevo cambio de rumbo decretado por la Administración de las Santas.
La Misa, patrimonio mataroní y catalán
El documento sobre el que ahora se recogen apoyos se llama 'La misa de las Santas, el espíritu de la Fiesta Mayor'. Hay que recordar que la Misa, además de ser Patrimonio Cultural de la ciudad, tiene una mención especial en la catalogación de Las Santas como Fiesta patrimonial de interés nacional al Catálogo de Patrimonio Festivo de Cataluña, en referencia ajo grande valor de la Misa de Gloria de Padre Blanch del año 1848, una misa en formato operístico que se interpreta con permiso especial vaticano por parte del propio pueblo cada 27 de julio.