Mohamed T., exparella de Piedad Moya y acusado de su asesinato, durante el juicio. Foto: ACN

Capgròs.com / ACN

15 años de prisión por la exparella de Piedad Moya para matarla y esconder el cuerpo

Mohamed T. también tendrá que pagar una indemnización de 220.000 euros a la familia, según la sentencia hecha pública este miércoles

La Audiencia de Barcelona ha impuesto finalmente una condena de quince años de prisión para Mohamed T., el vecino de Mataró que mató su exparella e hizo desaparecer el cuerpo. Los hechos tuvieron lugar el abril de 2014 y tres años después el cadáver de Piedad Moya continúa sin aparecer. Aún así, el jurado popular que lo juzgó lo considera culpable y ahora la jueza ha fijado la condena que solicitaba la fiscalía y la acusación, de quince años de prisión, y la prohibición de vivir en Mataró o acercarse a los familiares durante veinte años. La sentencia, pero, absuelve el hombre del delito contra la integridad moral del que se lo acusaba por haber impedido a la familia poder dar sepultura a la víctima. Según la jueza, este hecho ha provocado un "grave sufrimiento psíquico y moral" a los familiares, pero matiza que la intención del hombre no era "humillar" los familiares, sino "esconder pruebas para no ser descubierto".

Mohamed T., el vecino de Mataró que mató su exparella e hizo desaparecer el cuerpo

Los hechos pasaron el 4 de abril de 2014 cuando la mujer de quien se acababa de separar el acusado desapareció sin dejar rastro. Todas las pruebas, pero, incriminaban la exparella. Cuando se acaban de cumplir tres años de la desaparición, el cuerpo continúa sin aparecer y ahora la familia está decidida a abrir personalmente el pozo de la finca familiar de Dosrius (Maresme) donde creen que podría haber los restos de Piedad Moya.

Indemnización de más de 220.000 euros

Después del juicio celebrado a la Audiencia de Barcelona, el jurado popular confirmó la culpabilidad del acusado por los delitos de homicidio y contra la integridad moral, a pesar de que la jueza no ha considerado este último. En la sentencia condenatoria, además de la pena de quince años de prisión y el alejamiento de la familia, también se impone una indemnización de más de 220.000 euros para los familiares de la víctima y retira al hombre la patria potestad de su hija menor.