El desalojo realizado viernes pasado, día 16, de un bloque de pisos ocupado al barrio de la Llàntia, es uno de los 52 desahucios llevado a cabo por el Ayuntamiento, desde el mayo pasado, de pisos o locales ocupados que comportaban riesgo sanitario o de habitabilidad. Unos desalojos que se han podido llevar a cabo gracias al nuevo protocolo con el que se ha dotado el consistorio. Estos 52 desalojos se incluyen en el total de 138 ocupaciones en las cuales ha intervenido la Policía Local desde principios de año. El Ayuntamiento de Mataró, al igual que los otros ciudades metropolitanas, piden más más recursos para combatir las ocupaciones ilegales.
El medio centenar de actuaciones vinculadas a situaciones de riesgo sanitario o de habitabilidad en los inmuebles son fruto de un nuevo protocolo que facilita que el Ayuntamiento pueda decretar el desalojo preventivo de cara a evitar el riesgo para la seguridad y la salud de las personas, con la correspondiente autorización judicial. Este protocolo -que permite acelerar unos trámites que si no se alargan mucho en el tiempo- se basa en el hecho que el Ayuntamiento tiene competencia para decretar la inhabitabilidad de inmuebles ante irregularidades o daños que afecten a la solidez estructural de los mismos, la habitabilidad o por deficiencias que afecten a la salubridad.
Durante este 2020 la Policía Local ha intervenido en 138 ocupaciones en la ciudad
Este hecho no sólo afecta los ocupantes ilegales, sino también los propietarios de los inmuebles, a quienes se puede llegar a sancionar si no cumplen sus obligaciones de conservación y de buen uso de los mismos. Esto puede comportar la existencia de viviendas vacíos o mal conservados a la ciudad, que facilitan la ocupación y a la vez hacen que sean más peligrosas. Este protocolo se puso en marcha el mes de mayo pasado y hasta ahora ha supuesto el desalojo de 52 pisos o locales que estaban ocupados en 8 inmuebles ubicados a diferentes puntos de la ciudad.
En cuanto a los datos del conjunto de 2020, la Policía Local de Mataró, principalmente a través de la Unidad de Convivencia y Civismo, ha actuado durante este año y hasta el 9 de octubre en 138 ocupaciones a la ciudad, especialmente aquellas que generan problemas de convivencia. Esta cifra supone un descenso respecto a las actuaciones hechas el año anterior (154 de enero a septiembre).
Los Ayuntamientos alertan que las ocupaciones en muchos casos están protagonizadas por perfiles delincuenciales
En Mataró, como el resto de ciudades metropolitanas, la ocupación ilegal de viviendas se está convirtiendo en un foco importante de los problemas de convivencia a los barrios. A pesar de que el fenómeno no es nuevo (la crisis económica del 2008 dejó muchas familias en la calle que ocuparon pisos vacíos de grandes tenedores) ahora los ayuntamiento se encuentran que esta ocupación la protagonizan sobre todo personas con perfiles delincuenciales que ponen al límite los nivel de tolerancia de la ciudadanía. Ayuntamientos como los de la capital del Maresme reclaman en el Estado y la Generalitat más recursos y protocolos policiales claros para poder combatir el fenómeno.
En Mataró, uno de los principales conflictos que se ha vivido recientemente fue la ocupación, hasta el verano pasado, de dos bloques de la Sareb al barrio de Cerdanyola, donde vivía un centenar de ocupas con antecedentes policiales por robos. Se los pudo desalojar por el estado insalubre del inmueble, que es hoy por hoy la vía más eficaz que té la administración local. "Las ocupaciones conflictivas acostumbran a estar asociadas a viviendas muy degradadas y lo único que podemos hacer es por la vía administrativa, si hay algo que hace que la vivienda sea inhabitable", explica el alcalde de Mataró, David Boto.
En este sentido, el Ayuntamiento de la capital del Maresme pide la creación de la figura del fiscal especializado. Hacen falta, dice David Boto, soluciones "estructurales" para poder hacer desalojos de manera más rápida. La Policía Local de Mataró tiene detectados 138 casos este año. Desde el mes de mayo, pero, ya se han desalojado siete inmuebles, con un total de 52 pisos o locales.