En Mataró hay más de 760 pisos ocupados por cada 100.000 habitantes, un 69 % más que la media catalana, según datos de los Mossos d'Esquadra a las cuales ha tenido acceso el ACN. Esto sitúa la ciudad maresmenca cómo la segunda capital de comarca con una ratio más alta, después de Figueres. Desde el 2018, las ocupaciones han ido a la alza, disparándose especialmente el 2022: hubo 75 casos nuevos más que el año anterior. Las intervenciones de los Mossos por incidentes de convivencia vinculados a ocupaciones se sitúan por debajo la media catalana.
El alcalde y candidato a la reelección con el PSC, David Bote, garantiza que los datos de ocupaciones conflictivas de este año van a la baja. "Pero ni mucho menos nos damos por satisfechos", avisa, señalando el patrullatge policial y la "batalla" administrativa como herramientas básicas para combatirlas. Bote remarca que el último año la Policía Local ha desalojado más de un centenar de inmuebles.
Bote defensa una tarea "muy dura y tajante" contra las ocupaciones y reivindica que Mataró sea una de las ciudades que siga liderando un cambio legal para acabar con esta cuestión "de forma definitiva". En paralelo, apuesta para trabajar políticas proteccionistas "de aquellos vecinos que están en riesgo de perder su vivienda". "La puerta de entrada a un derecho cómo es el derecho a la vivienda no puede ser un delito", resalta.
En cuanto al conjunto del Maresme, se han registrado 2.201 ocupaciones en los últimos cinco años, con datos que se pueden comparar a La Selva (1.802 viviendas), el Barcelonès (9.942 ocupaciones en los cinco años), el Vallès Occidental (4.279), el Vallès Oriental (2.174). En Los cuatro casos, la ratio es muy similar a la media de Cataluña, que se sitúa en las 448 ocupaciones por cada 100.000 habitantes.
Las cifras analizadas por la Agencia reflejan que cada día se ocuparon casi 20 viviendas de media en todo el país durante el mismo periodo, un 40 % de las cuales primeras residencias.