El hombre detenido por la Policía Local de Mataró en una acción muy contundente y polémica el mes de mayo pasado se ha querellado criminalmente contra el agente que lo arrestó y contra el Ayuntamiento de Mataró, por trato degradante, lesiones, falsa denuncia y detención ilegal. La Policía Local no ha valorado la denuncia puesto que todavía no le ha sido notificada, y remite a la misma versión de los hechos que facilitó después del incidente, donde acusaba el hombre de atentado a la autoridad y de resistencia a la detención. Los hechos quedaron grabados en vídeo y acontecieron virales, e incluso la Consejería de Interior pidió explicaciones al alcalde, David Bote, por la actuación policial, mientras que ERC la definió de "brutalidad policial".
El abogado del denunciante explica que la presunta víctima es un hombre de 58 años con una discapacidad psíquica del 65 %, reconocida médicamente desde el año 2006 y que, entre otros problemas, le provoca trastornos de ansiedad. El día de la detención, el 20 de mayo pasado, llevó en coche a su madre a tomar un café a un bar de la calle Antoni Capmany, algo que solía hacer habitualmente. La mujer, de 92 años, también tiene una discapacidad aguda, del 82%.
El vecino de Mataró detenido siempre seguía la misma rutina: estacionar el coche un momento sobre la acera (por lo tanto, incorrectamente), acompañar a su madre en el interior del bar, y salir para ir a aparcar el coche a una plaza adecuada, para volver después a hacer compañía a su progenitora. El 20 de mayo, cuando estaba dentro del establecimiento con la madre, un agente de la Policía Local entró, le preguntó si el coche era suyo y le reclamó que saliera para estacionarlo correctamente. Algo que, según el relato de la denuncia, el hombre hizo sin ofrecer ninguna resistencia, una versión contraria a la que manifiesta la Policía.
Al salir a la calle, según la versión del detenido, había varios agentes más, y uno de ellos le comunicó que le haría la prueba de alcoholemia. El abogado del detenido señala que en este momento el hombre empezó a ponerse nervioso, fruto de su condición médica, pero constata que en ningún momento insultó, agredió o se puso violento con los agentes. El hombre, siempre según su testimonio, hizo la prueba de alcoholemia hasta tres veces, siendo erróneas las dos primeras (fruto del nerviosismo, señala) y negativa la tercera, según su relato.
La versión de la Policía Local es muy diferente. Según el atestado policial, el hombre salió del bar increpando a los agentes, y se negó a completar la prueba de alcoholemia que le solicitó la policía, haciéndola erróneamente las tres veces que la inició. Esta prueba se le pidió a raíz del hecho que estaba a punto de coger el coche y su estado alterado podía deberse de a la embriaguez. El hombre, según el cuerpo policial, acompañó la negativa con disturbios y con una presunta agresión a uno de los agentes, tal y cómo recoge el atestado.
A partir de este momento se suceden los hechos que sí quedaron grabados en vídeo y que desataron una gran polémica. El hombre es reducido en el suelo de manera muy contundente por un agente, que es quien ha acabado siendo denunciado. Le presiona la cabeza contra el suelo durante un rato, mientras la gente del cercando le recrimina que se está excediendo. El policía intenta esposar el hombre, que se resiste y grita pidiendo ayuda. Un segundo individuo intenta frenar el policía cogiéndolo del brazo, algo que hará que también acabe detenido. El agente reclama apoyo policial y de inmediato se presentan en la zona otros vehículos de la Policía Local. Más agentes rodean al hombre, que finalmente se llevan detenido.
El denunciante, según su propio testimonio, fue trasladado a un centro médico de Mataró, donde no se le realizó ningún control de alcoholemia y donde el médico le hizo un parto de lesiones, en el cual también acreditó que sufría un ataque de ansiedad. Posteriormente fue llevado la comisaría de la Policía Local, donde fue dispuesto en la celda de detenidos pasadas las 4 de la tarde y no salió, asegura, hasta la medianoche, sin entender por qué se postergó tanto la detención. Según la denuncia, la duración de esta detención es "de dudosa legalidad". Hacia las 12 de la noche fue trasladado a las dependencias de los Mossos d'Esquadra, donde se le solicitó un abogado de oficio. El hombre se negó a declarar y fue puesto en libertad al cabo de poco rato.
No fue hasta después de 11 días más tarde, el 31 de mayo, que recibió una citación para declarar en los juzgados de Mataró, en base a un atestado de la Policía Local donde se señala que el hombre agredió un agente del cuerpo policial en los hechos del día 20. El denunciante insiste que en ningún momento agredió ni insultar ningún agente, y que por lo tanto esta denuncia es falsa, a pesar de reconocer que se puso nervioso y que les recriminó la dureza de su actuación. Su abogado lamenta que los agentes implicados en la actuación no supieran detectar que se trata de una persona con una situación de discapacidad evidente, y que lo confundieran con una posible situación de embriaguez.
El hombre asegura que sufrió varias lesiones durante la detención, las más destacadas en las muñecas, que le quedaron en carne viva debido a la fuerza con la cual fue esposado por el agente a quien ha denunciado. La Policía Local considera, pero que las heridas se corresponden a la resistencia activa a la detención. Además, el vecino lamenta la situación de desamparo en la que, según él, quedó su madre, anciana, discapacitada y con problemas de movilidad, a quien la policía habría dejado sola durante horas en el bar sin atención mientras se llevaban a su hijo detenido. Según la denuncia, una vecina tuvo que acompañarla a su casa.
El hombre puso todos estos hechos en conocimiento de su abogado. A pesar de que él mismo había presentado una primera denuncia de manera individual a través de los Mossos d'Esquadra, con su representante legal finalmente han decidido interponer una querella criminal contra el agente de la Policía Local que lo detuvo, y contra el consistorio mataroní como responsable civil subsidiario. En concreto se solicita la apertura de un procedimiento penal por trato degradante del policía, por lesiones, por falsa denuncia del cuerpo policial y también por detención ilegal.
La policía remite a su versión de los hechos
La Policía Local todavía no ha sido notificada de la presentación de la denuncia por parte del juzgado de Mataró, y ante este hecho, a consulta de Capgros.com, no ha entrado a valorar la misma. En este sentido, remiten a su versión de los hechos recogida al atestado y facilitada a los medios de comunicación después de la detención, puesto que consideran que hoy por hoy no hay ninguna prueba ni ningún elemento nuevos que la contradiga. Es decir, que se produjo una infracción de tráfico, que el propietario del vehículo se negó a hacer la prueba de alcoholemia, que increpó y agredió al agente, y que se resistió a su detención. En esta misma línea, por ahora el cuerpo policial ha descartado abrir un expediente al policía denunciado, puesto que consideran que su actuación se adecuó al marco normativo que rige a las policías locales.
La actuación policial, en todo caso, provocó un gran alboroto, siendo difundida en la mayoría de medios estatales y generando un encendido debate a las redes sociales. ERC, partido a la oposición, condenó los hechos y los describió como 'brutalidad policial'. La consejería de Interior, también en manos de ERC, mandó una carta al alcalde David Bote reclamante explicaciones por la actuación del cuerpo policial mataroní. Ahora, después de que con toda probabilidad el juez admita la denuncia a trámite, el caso se tendrá que acabar resolviendo en los tribunales.