La suspensión de Sant Jordi el pasado 23 de abril hizo tambalear dos sectores que tienen en esta fiesta uno de sus días de máxima actividad y facturación: el de los libros y el de la flor. Los dos gremios instauraron el 23 de julio como jornada sustituta pero este Sant Jordi estival no será exactement cómo acostumbra a ser tres meses atrás: ni habrá Feria del libro a la plaza de Santa Anna de Mataró ni paradas de rosas distribuidas por la ciudad.
El 23 de julio los mataronins se podrán regalar rosas y libros porque a nivel catalán se mantiene la opción y el llamamiento de hacer un sucedáneo de Sant Jordi. Pero los libros habrá que comprarlos a las propias librerías y las rosas a los comercios floristes. El Ayuntamiento de Mataró ha confirmado que la Plaza de Santa Anna no acogerá la Feria del libro en la que cada año las diferentes librerías de la ciudad hacen paradas por Sant Jordi. El propio gremio lo ha desestimado por el que supone de inversión y la incertidumbre de cómo sería en la nueva fecha y con los nuevos protocolos. La opción que parece más viable es que las librerías puedan hacer parada en la calle pero ante sus propios locales. Es el escenario en el que trabajan, todavía para concretar.
No habrá Feria del libro ni tampoco los centenares de paradas de rosas que cada año asociaciones, grupos y particulares reparten por toda la ciudad para la venta de rosas. Las restricciones y recomendaciones vigentes derivadas de la Covid-19 que impiden aglomeraciones e imponen la distancia hacen inviable habilitar este elemento tan tradicional de Sant Jordi. Cómo en el caso de las librerías, los floristas que lo deseen es probable que puedan vender rosas con paradas ante sus locales.
Previsión de vender el 30 por ciento de un Sant Jordi normal
Los floristas catalanes ya están encargando o prereservant rosas por el Sant Jordi alternativo del 23 de julio, en función de la demanda que se prevé y también de la limitación de espacio para venderlas. El volumen de rosas que se comercializarán no supera los 2 millones de rosas, muy lejos de los 7 millones de flores de un Sant Jordi habitual. La producción de rosa del Maresme será diferente: la rosa será más pequeña y de menos calidad que en abril por la llegada de los meses de más calor