Era un objetivo muy complicado. El nivel del rival, y sobre todo el resultado del partido de ida jugado en Mataró dos semanas atrás (0-2), eran factores que no invitaban precisamente al optimismo. De todos modos, el CH Mataró afrontaba el partido convencido que tendría opciones de remontada. La moral de victoria, exhibida a menudo esta temporada para ganarse el derecho de jugar la eliminatoria de ascenso, quedó muy patente durante todo el partido. Finalmente, no obstante, no fue posible.
El Club Hoquei Mataró era consciente que tenía que firmar un partido casi perfecto y afinar la puntería en ataque. Mejorar la producción ofensiva era condición indispensable para creer en la posibilidad de remontar el 0 a 2. El partido se movió en parámetros diferentes a los que marcaron el duelo disputado en la capital del Maresme y el CH Mataró lo acarició.
A 3:14 para el final un gol de Guillem Carbonell, su segundo de la tarde, significaba el 2 a 3. El conjunto de Albert Larrea tenía poco más de tres minutos para marcar otro y forzar la prórroga. El CH Mataró había luchado de lo lindo para disfrutar de esta oportunidad, igualando el marcador hasta dos veces antes de cambiarlo.
El Vilafranca había llegado al descanso con victoria parcial por 2 a 1 después del gol inicial de Necchi, el empate de Carbonell y el segundo de Villares. El marcador ya no se movería hasta que el Mataró, a 6:45 del final, hacía el empate a dos mediante Marc Ollé. El 2 a 3 de Carbonell a poco más de tres minutos para la bocina incrementaba el nerviosismo y la sensación que la proeza podía ser una realidad. Al final, cuando el Mataró buscaba la prórroga con ímpetu llegó el gol de Ribas que sentenciaba la eliminatoria. Quedaba un minuto y pico y el empate a tres sofocaba la reacción mataronense.
El CH Mataró seguirá en la OK Liga Plata pero ha luchado por el ascenso hasta el último minuto de la temporada.