La margarina, cómo el resto de las materias grasas, no se puede considerar saludable. Ahora bien, existen grandes diferencias entre unas marcas y otras, tanto en la cantidad de grasa que contienen cómo en el tipo de óleos y grasas que las componen. En cuanto a la composición, es preferible que sean bajas en grasas saturadas y tengan altas proporciones de grasas poliinsaturades.
Es decir, tendríamos que optar por margarinas compuestas sobre todo por óleos saludables y con bajas proporciones de grasas, evitando las de óleo de palma. A continuación te damos algunos consejos para elegir mejor.
- Observar la denominación del producto para conocer el tipo de materia grasa y su proporción de grasa. No todas contienen los mismos ingredientes.
- Fijarse en los óleos y grasas que la componen y la proporción en la cual se encuentran, si se indica (no es obligatorio). Entre los primeros, son preferibles el óleo de oliva, el de colza y el de lino. Entre las segundas, el de coco y karité.
- Mirar la proporción de grasas saturadas y, en caso de indicarse, la de grasas monoinsaturades y poliinsaturades. Es preferible optar por los productos que contengan bajas proporciones de las primeras y altas de estas últimas.
- Limitar el consumo. La margarina es un producto que no tendríamos que destinar a un consumo diario, sino ocasional. Para el día a día tenemos a nuestro alcance una opción indiscutiblemente más saludable: el óleo de oliva.
Actualmente hay una gran cantidad de margarinas para escoger, y muchas de ellas cuentan con propuestas suficientemente saludables porque, sin abusar, sean un buen complemento para el nuestra día a día.