Las alcachofas generan pasión o rechazo. Existen aquellos alimentos que no acostumbran a dejar en nadie indiferente, y las alcachofas podrían formar parte de esta categoría tranquilamente. Son saludables y nutritivas, pero te tienen que gustar... se pueden cocinar de tantas maneras cómo técnicas de cocción existen. Permiten preparar platos sencillos y sofisticados, ligan con peces y carnes y pueden aromatitzar arroces. Además, los cocineros sostienen que todas sus partes se pueden aprovechar, así que incluso las hojas exteriores, que se acostumbran a tirar por su dureza, se tienen que desar porque se pueden hacer cremas.
También se pueden hacer rellenadas con ingredientes que se pueden reciclar de platos cocinados otros días. Para prepararlas hay que sacar algunas de las hojas exteriores, las más duras, y también cortar las partes más altas, las puntiagudas. A continuación, con una cuchara sacamos el penacho interior hasta que las alcachofas queden muy netas por dentro. Hecho este paso, ya estarán preparadas para escaldarlas en una olla con agua bullent durante cinco minutos. Un golpe las alcachofas están tiernas ya se podrán comer. Ahora bien, si se quieren desar para comerlas meses más tarde, habrá que colocarlas en un bote de vidrio esterilizado junto con el óleo de oliva usado del confitado. A continuación se posa el bote de vidrio dentro de una cazuela con agua fría, que cubra la mitad del puede porque, así, con el baño maria, y al fuego durante treinta minutos, las alcachofas confitadas se podrán desar a la despensa para saborearlas otros meses del año.
Para empezar, de hecho, tendríamos que haber dicho que las alcachofas las podemos comer hervidas como verdura. También cocidas enteras al microondas, durante 10 minutos, tapadas y ensaladas con pimienta negra, óleo y vinagre. Un golpe cocidas si se los queremos dar un aspecto más atractivo, posarlas al grillo del horno y presentarlas bien torradetes por fuera. Es una manera interesante de comer alcachofas, porque se va comiendo la parte tierno de cada hoja, una por una. Así se comen poco a poco y una alcachofa dura bastante rato comparado con las hervidas.
Así, pues, además de la textura blanda, las alcachofas también se pueden comer crujientes. Incluso se pueden enlucir con una tempura hecho con harina y agua con gas muy fría. Y después freírlas en óleo de oliva caliente. Por lo tanto, también las podemos usar como acompañamiento. Hechos al gratinador del horno, tajadas muy finas, quedarán alcachofas chips.
Fuentes: mengem.ara.cat y proper.cat