Fruta de junio: el mes más orgiàstic del calendario

Cugat Comas

Fruta de junio: el mes más orgiástico del calendario

Albaricoques, cerezas, fresas, melocotones, ciruelas y sandías convierten esta temporada en una de las mejores en fruta

El junio es probablemente el mejor mes frugal de todo el año, cuando hay la fruta más dulce y golosa. Si no queremos ser categóricos, uno de los más destacados. La fruta es protagonista y hace que hablamos y la disfrutamos. Hagámoslo todos y todas y a la vez, porque es un estallido más que digne de mención.

Lo podemos decir en formato curse, hablando de los colores, de los tonos rojizos y calabazas que predominan, del sol que hace dorar las pieles de las piezas igual que de entrada envermelleixen las extremidades humanas los primeros días de solana. O de cómo todo nos remite a la calurosa evidencia que el verano ya casi es aquí. Nos podemos posar poetas y regalimar-nos glosando los olores únicos, porque esta es otra de las características de este tiempo frugal. O podemos confiar en el verbo entusiasta y alocado del paradista que entre ajetreado y sudado el otro día me dijo que "esto es una orgía de frutas!".

Decir de cualquier situación que parece una orgía es una exageración manifiesta, básicamente porque no he participado en cabo. Desconozco y no quiero saber el historial del paradista. De las orgías se tiene constancia, se sabe que pasan, los vídeos las constatan… pero del cierto son pocas las personas afortunadas que pueden afirmar que una cosa parece una orgía con conocimiento de causa. Pero es un concepto literalmente goloso del mismo modo que la temporada de frutas parece pecar de fruición cuando agotamos la primera mitad de año. Es un dame dame, uno venga por aquí y venga por allá: es un festival de dulzura que a cualquiera estiba de tienda, supermercado o parada complace sensorialmente a quien se lo pùgui permitir.

La manera más elegante de salir del huertecillo será, como mínimo, hacer constar que con la fruta de temporada de aquí el junio es un mes orgiàstic. Lo hacemos adjetivando y entramos en materia. Cuáles son los participantes de la orgía frugal del mes de junio?

El Maresme es tierra de fresas

Las frutas de junio, 1x1

  • Albaricoque: Con aquel tacto suyo que puede generar una cierta distancia o remitir a otras pieles sensibles, el albaricoque dura poco comparado con otras frutas de este tiempo por el que la recomendación será tener buen ojo, ver si está en su punto y si te gustan y cruces que lo has acertado tirarte. Quizás la semana que viene ya hacen mala ganya. Si no son maduros, también se tiene que decir, se pueden convertir en un antecedente insulso y rígido que te lo haga cotizar a la baja en la retaguardia de la memoria.
  • Cerezas: Las más juguetonas y buscadas, las buenas las cobran con ganas pero es una de aquellas frutas que producen insaciabilitat. El día que enseñaban a cuando decir bastante y parar de comer muchos no fuimos a clase. Hay diferentes tipos, pero las más carnoses y dulces son especialmente atractivas. Acostumbran a ser una de las frutas preferidas de la quitxalla, es indispensable posarse un par anillado de arrecades y no diremos otros usos pero… esveren. Lo dejaremos con que esveren. Al Maresme se hacen de las mejores.
  • Fresas: A estas alturas de la película tener que glosar el que seguramente es el mejor y más preciado de los tesoros gastronómicos de esta comarca nuestra parece sobrer. Pero, precisamente, una de las pocas constantes que creen la lengua de territorio que compartimos Consejo Comarcal es la devoción por los fresones. Descartáis imitaciones y exportaciones, especialmente ahora. Disfrutadlas dulces y hacedlas jugar de tantas maneras cómo poded. Lo aguantan todo y sirven por el que se escaigui.

    El mes de junio es el mes de los melocotones

     

  • Melocotones y nectarines: los autores de los mejores regalims (hablamos de fruta, eh) que pueden derivar de las comisuras labiales si vamos a queixalar, fuente de dulzura y carnositat más que intensas otro golpe si no cometemos pecado deprisa y premura y las pillamos en su punto. Merece la pena dejarse aconsejar, atender a la fluctuación de precios, esperar un día más de la cuenta si somos de fruta madura y no posarse exquisitos con una pieza en lugar de dos si es el día d y la hora h. Por qué nos tenemos que negar a los placeres?
  • Ciruelas: Ay mareta las ciruelas! Seguimos con las mismas de tener ojo y no ser sapastres, pero en todo su catálogo de tipologías, ahora llegan a aquel punto de maduración en el cual representan una experiencia gustativa propia. Aquí hay diferentes muestras de hábito y fe. Desde quien se la cáscara (la ciruela, eh) con toda la atención a los partidarios de abraonar, herir y chupar toda la sustancia como si fuera el Célula inicial a Bola de Dragón "cutucluc, cutucluc" y a otra ciruela.
  • Sandía: La sandía (que a Mataró pronunciaremos con una x sonora por más que afuera se jodan de nosotros) quizás es en julio que llega a la plenitud pero en junio empieza a tener gusto oportuno y por lo tanto, ahora que viene tiempo de buscar la fresca, es una opción clara. Dicen, de la sandía, que a la vegada se come, se bebe (por el alto contenido de agua) y te lavas la cara (después de comertela a cortes).