El Gremio de Hostelería de Mataró y Maresme exige a la Generalitat de Cataluña que se pueda reabrir el sector y también el del ocio nocturno a partir de este próximo viernes al territorio. Se suman, de este modo, al paso adelante del gremio de Barcelona donde se acordaron varias medidas para poder salir del callejón sin salida en el que se encuentra actualmente el sector. En un comunicado recuerdan que se constata que hay establecimientos que ya no volverán a abrir o que se han planteado cerrar a partir del 1 de enero, entre ellos "alguno de emblemático tanto en Mataró como diferentes poblaciones del Maresme".
Desde el Gremio recalcan que el sector de la Hostelería en general y en concreto la Restauración y el Ocio Nocturno "están en una situación que los aboca a la ruina o directamente al cierre. Por eso, nos posicionamos en la defensa de la economía y de los intereses empresariales y laborales del sector, junto al Gremio de Restauración de Barcelona, y del Gremio provincial de Discotecas y Sales de Fiesta de Barcelona, para instar a la Generalitat de Cataluña a permitir la reapertura de los negocios a partir del viernes 13 de noviembre, cuando expira la prórroga del cierre de establecimientos".
También recuerdan que los empresarios de los sectores son bastante maduros y sensibles con la pandemia, y que por lo tanto se comprometen a "a continuar con todas las medidas de prevención, higiene y seguridad aprobadas por el PROCICAT, y por eso instamos a trabajar conjuntamente con las Administraciones públicas en beneficio de la sanidad pública, pero también de la economía en general y en particular de la Restauración y el Ocio Nocturno".
El que piden en Barcelona
"Este viernes no hay una opción B", ha asegurado el director del Gremio de Restauración, Roger Pallarols, a la salida del encuentro. El representante del gremio ha reclamado a la Generalitat un regreso a la actividad que permita los establecimientos "cuadrar ingresos". Por eso, ha pedido la apertura de los interiores, y no sólo las terrazas, y la inclusión de todas las comidas.
En concreto, el sector ha propuesto una reducción del aforo interior hasta el 50% si se respeta una distancia de 1,5 metros entre comensales de mesas diferentes. Así mismo, ha planteado la apertura de las terrazas sin restricciones de capacidad, el control de la temperatura y la higiene de manso al llegar al establecimiento y un registro de clientes, siempre que se preste el consentimiento.
El sector también ha pedido permitir el consumo a la barra si se usan taburetes o sillas altas y abrir hasta las once de la noche. La propuesta consensuada este martes se trasladará "de manera inmediata" al Gobierno.