El sector de la hostelería de Barcelona está dividido en el debate sobre la aplicación de un pasaporte covid para entrar los establecimientos, una medida pionera a Francia y que otros países cómo Portugal e Italia también han adoptado. Desde el Gremio de Restauración de Barcelona verían con buenos ojos la propuesta, puesto que opinan que incentivaría la vacunación y evitaría cierres cómo los vividos durante los últimos meses. El Gremio de Hoteles de Barcelona, en cambio, cree que se tendrían que adoptar medidas alternativas que no tuvieran que ser controladas por los mismos negocios. Desde el campo de la bioética también cuestionan la medida, mientras que los expertos juristas señalan que, ahora mismo, la propuesta no tendría base legal para ser aplicada.
El presidente del Gremio de Restauración de Barcelona, Roger Pallarols, opina que se trataría de una buena opción para controlar futuras oleadas. "Siempre bajo los supuestos que nos encontramos en niveles de incidencia elevada y que la vacunación esté abierta a todo el mundo, sería una medida que recibiría nuestro apoyo", apunta en declaraciones a la ACN. Por el máximo responsable de la asociación, la aplicación de esta medida a otros países "es la constatación que no se pueden volver a hacer pasos atrás" y que hay que velar por la recuperación de los sectores más afectados por la pandemia. "El castigo a algunas de las actividades económicas no puede ser la receta del futuro", subraya. Tal como defiende, el sector de la restauración "no puede vivir constantemente con el freno de mano posado", y ve igual de importante "controlar la pandemia y que la gente llegue a final de mes".
Pallarols tampoco cree que la entrada en vigor de esta medida frene la llegada de turistas, sino todo el contrario. "Pensamos que toda normativa que da la sensación de máximo control y seguridad es positiva para la recuperación de la industria y la movilidad en general", comenta. En todo caso, matiza que esta "no será una medida definitiva". "Lo será haber superado la pandemia", destaca.
En este sentido, el director general del gremio asegura que la mejor herramienta para combatir la crisis es la vacunación. A pesar de que prefiere no mojarse, opina que la obligatoriedad de vacunarse contra la covid-19 tendría que ser, cuando menos, "un debate importante por parte de la comunidad médica y de los legisladores".
Los hoteles, contrarios a esta implantación
Desde el Gremio de Hoteles de Barcelona, en cambio, se muestran contrarios a la instauración de un pasaporte covid. "Con los problemas que ya tenemos ahora, solo nos falta tener que hacer de policías y vigilar si la gente se ha vacunado o no", señala el director general del gremio, Manel Casales. Por este representante del sector, sería bueno que la administración valorara medidas alternativas con el objetivo final de conseguir que todo el mundo esté vacunado. "En otros países europeos, las personas hospitalizadas por covid y que se podían haber vacunado antes tenían que pagar los gastos médicos; esta me parece una medida más adecuada y que va al muelle del hueso, puesto que no afecta el resto de sectores", apunta.
Por otro lado, Casales cree que la obligatoriedad del certificado covid desincentivaria la llegada de turistas a Cataluña, los cuales buscarían destinos con menos requisitos para poder viajar. En cuanto a la vacunación, el directivo rechaza que tenga que ser obligatoria, pero anima a la gente a inyectarse alguno de los vaccins disponibles.