Las reticencias iniciales de una parte del sector de la restauración se han ido desvaneciendo después de los primeros días de aplicación del certificado covid y, en general, los encargados de los establecimientos apuntan un buen cumplimiento de la medida y poco impacto negativo en su trabajo cotidiano. Aun así, los responsables de diferentes locales lamentan que no haya una aplicación de validación única propuesta por el Gobierno a la hora de leer los códigos QR de vacunación. "Nos hemos tenido que buscar la vida", denuncia Rafael Román, el encargado del bar La Lola. Igualmente, varios restauradors aseguran que la medida ha servido para dar más seguridad a algunos clientes, cómo la gente mayor, que podían estar intranquilos por el aumento de casos de coronavirus.
Muchos de los trabajadores del gremio consultados se han mostrado sorprendidos que, más allá del lío formal de las últimas semanas, la medida los haya acabado donante menos dolores de cabeza del previsto. A la vez, pero, matizan que en momento de picos de trabajo o ante la entrada de una tabla con muchos comensales "es algo más enrevesado" tener que pedir el certificado a todo el mundo, en palabras de Javier Súnico, director de restaurante Greenco.
Los locales que cuentan con terraza, además, tienen un aliciente que los facilita el trabajo en los casos en que el cliente no ve con buenos ojos la medida. Si alguien no tiene el certificado covid en regla o no lo lleva encima, siempre puede hacer uso del espacio exterior del bar, puesto que lo pase solo es necesario en interiores. "Hay un 80 % de la gente que lleva el carné y ningún problema. Y hay un 20 % de la gente que se queda a la terraza, así que ningún problema tampoco", resume.
Algún dolor de cabeza
Si bien la mayoría de trabajadores de la hostelería consultados asegura que la gente está muy concienciada con la medida y que no se han dado incidentes destacados los primeros días, también se han encontrado algún caso anecdótico en el sentido contrario con gente que se niega a mostrarlo o, inclús, a llevar mascareta. De estos casos ya se han vivido algunos en diferentes espacios a Mataró.