La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha ordenado la retirada del mercado de varios lotes de cremas solares de marcas reconocidas como Vichy, Rituals, Biotherm, entre otras. Esta decisión drástica se basa en los resultados de un informe elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el cual ha revelado discrepancias significativas entre el factor de protección solar (SPF) anunciado en el etiquetado de los productos y la eficacia real que ofrecen.
De acuerdo con el informe de la OCU, productos como la crema Rituals Invisible Sun Protection Face Cream SPF 50+, Vichy Capital Soleil Crème Onctueuse Protectrice SPF 50+, Biotherm Waterlover Face Sunscreen SPF 50+, y otros de marcas como Nivea, Lancaster, Piz Buin han sido sometidos a ensayos que han evidenciado una protección inferior a la anunciada. Es especialmente preocupante el hecho de que, mientras las cremas prometen una protección "muy alta", la OCU las ha clasificado solo como "alta", evidenciando así una deficiencia en su capacidad de protección.
En respuesta, la AEMPS ha actuado rápidamente, notificando a las empresas afectadas sobre los incumplimientos detectados y ordenando el cese de la comercialización y la retirada de los lotes implicados del mercado. Esta medida reafirma el compromiso de la agencia en garantizar la seguridad y eficacia de los productos sanitarios y cosméticos disponibles para el consumidor.
La legislación de la Unión Europea clasifica los protectores solares como productos cosméticos, exigiendo que estos cumplan con estrictas garantías de seguridad y eficacia antes de ser ofrecidos al público. Sin embargo, es importante recordar que, en este sector, no se realiza ningún procedimiento de autorización previa por parte de las autoridades sanitarias, recayendo la responsabilidad sobre las empresas productoras para asegurar el cumplimiento normativo.
El caso expuesto por la OCU y las acciones subsiguientes de la AEMPS destacan una preocupación mayor: en su estudio, que incluyó quince cremas solares faciales con SPF 50 o SPF 50+ disponibles en el mercado español, la OCU encontró que casi la mitad de estos productos no cumplían con la protección prometida, tanto en términos de SPF como de protección UVA.
Esta situación no solo cuestiona la fiabilidad de las afirmaciones de protección solar de los productos, sino que también refuerza la importancia de realizar controles y pruebas independientes que aseguren la transparencia y la seguridad de los productos cosméticos. La salud pública, y en particular la protección contra los efectos nocivos del sol, demanda una vigilancia constante y un marco regulatorio que garantice productos seguros y efectivos para los consumidores.