Son dos amigas, Sara y Ena. La una ha sido diez años atleta de alto rendimiento. La otra empezó a correr hace un lustro, de ocio. Ahora son las dos responsables de Ritme Òptim, el nombre propio de la primera comunidad runner del Maresme. Se les notan las ganas, que las dos saben de marketing y sobretodo que lo que han levantado convence. Ritme Òptim puerta algo más de tres meses en funcionamiento y ha llegado a hacer entrenamientos de 40 personas. Siempre por Mataró: "haciendo ciudad", especifican.
Ritme Òptim nació el verano pasado con la voluntad de ir más allá de simples quedadas para correr. "Veíamos que en Mataró había mucha gente que hacía running sola", explican las impulsoras, que vieron la oportunidad de crear un espacio compartido para fomentar el deporte y los vínculos sociales. Así, arrancaron el proyecto en octubre, reuniendo ya el primer día 22 corredores y llegando a picos de hasta 40 personas.
La iniciativa tiene un objetivo claro: descubrir espacios nuevos para correr y ofrecer entrenamientos específicos que van más allá de "correr y bastante". Las impulsoras remarcan que "hagamos técnica de carrera, series, subidas y cambios de ritmo", con el objetivo de "correr bien más que rápido". A Ritme Òptim, la calidad y la diversión se equilibran, buscando que cada entrenamiento sea un reto "sufridor" pero agradecido cuando se hace en grupo.
Entrenamientos en grupo
Aunque no son entrenadoras profesionales, las dos cuentan con una larga experiencia en el mundo del atletismo. "Yo hace dos años estaba en alto rendimiento y oporto más de 10 años corriente", explica una de ellas. Para garantizar la calidad, los entrenamientos están supervisados por profesionales y adaptados a todos los niveles. De hecho, separan los participantes en dos grupos: "tenemos desde maratonianos hasta gente que acaba de empezar".
No se trata de salir a correr: se entrena técnica, se hacen series… siempre en grupo
La comunidad no solo fomenta la práctica deportiva, sino también la constancia. Por eso, han establecido una cuota mensual que permite mantener el compromiso de los miembros y, además, ofrece ventajas como descuentos en servicios de fisioterapia o tiendas locales. "Queremos que Ritme Òptim sea más que un grupo de amigos, que aporte en la ciudad y que la gente se sienta cuidada", explican. La iniciativa también tiene en cuenta los detalles, con camisetas personalizadas y pequeños acontecimientos como almuerzos saludables, por ejemplo.
Ritme Òptim se ha consolidado rápidamente gracias a la comunicación a través de Instagram, donde anuncian los entrenamientos e interactúan con la comunidad. La respuesta ha sido muy positiva: "Nos ha parado gente por la calle preguntando qué es y como se pueden apuntar". Con edades que van de los 25 a los 40 años, y participantes de todo tipo, desde madres hasta corredores experimentados, la comunidad continúa creciendo con el objetivo de hacer ciudad y disfrutar del running en compañía.