"En un Nadal así, abracémonos en lugar de distanciarnos"

"En una Navidad así, abracémonos en lugar de distanciarnos"

La psicóloga Teresa Pretel aconseja dejar la Covid fuera de las conversas a las comidas familiares "ya suficientes protagonismo y vida nos ha robado, no caigamos en su telaraña"

 

Con solo 26 años, la Teresa Pretel es psicóloga general sanitaria, psicoterapeuta especializada en grupos, está haciendo el doctorado basado en el trabajo en familias que tienen hijos o hijas con autismo, col•labora con el Hospital de Mataró y trabaja en el centro de psicología IPSIDE, también de la capital del Maresme. hablamos.

Desde el punto de vista psicológico y emocional, en qué situación llegamos a Nadal?

"Tenemos que encontrar un punto en común, un equilibrio porque todo el mundo se sienta cómodo"

Es un momento complicado porque percibo mucha ambivalencia. Hay un entramado de emociones enfrentadas las unas con las otras. Por un lado hay la il•lusió, las ganas de reencontrarse, de recuperar la Navidad perdida del año pasado y de la otra el miedo, la suspensión, la desazón, la intentar controlar una situación que se ha vuelto a descontrolar. Esta ambivalencia genera malestar o incomodidad porque no puedes hacer todo el que querrías, porque sufres, porque valoras los peligros de una u otra cosa. Esta dualidad es individual pero también relacional, se mujer en grupos de familia, en grupos de amigos. Hay quién opta para encontrarse y quien todavía se cierra más. Hay que buscar un equilibrio pero no es fácil de encontrar y no generar conflicto o incomodidades.

Otra oleada de Covid, otro golpe restricciones, renuncias, limitaciones. Cada vez es más difícil de gestionar?

Sí, sin ningún tipo de duda. Este momento y esta oleada, por ejemplo, es diferente a hará un año. Ha pasado mucho tiempo y todos hemos pensado y reflexionado sobre todo el que está pasando cuando antes todo nos vendía de nuevo. Ahora cada cual se ha creado un discurso, unas narrativas sobre cómo está la situación, cómo la interpreta y hacia donde se proyecta. Ahora todo es más radical, las emociones sueño más intensas. Hace un año todos teníamos asumido cómo iría pero por este nos habíamos hacer la il•lusió que sería diferente.

Qué importancia crees que tiene el ritual y el significado alrededor de Nadal?

Son fechas importantes en muchos sentidos, personales y col•lectivos, también familiares. Por ejemplo mucha gente se reencuentra pensando en los abuelos, la gente mayor. Los abuelos y las abuelas pueden ser la parte más vulnerable de la familia pero no es el único elemento a tener en cuenta. También los preocupa el qué dirán, qué discurso social generaremos si hacemos una cosa o en basura otra, según los grupos de edad y el ciclo vital veremos afectaciones diferentes, una manera de vivirlo según si se está en la juventud, la madurez o la vejez. Nadal es tradicionalmente un punto de encuentro y el reto es encontrar un punto común en el que todos nos sentimos cómodas. Y no es fácil.

La gente mayor, los abuelos y las abuelas, ya son los que quedaron más solo los primeros tiempos de pandemia. Los puede afectar más no hacer Nadal?

Quizás sí. A pesar de que yo soy partidaria de coger todo el relacionado con la salud mental con una perspectiva más global, con una mirada externa cómo si nos miráramos una por el•lícula como espectadores, más que no segmentándolo por grupos y por edades. A lo largo de la vida y también los últimos tiempos hay diferentes momentos críticos, diferentes aspectos y factores que hace falta que miramos porque la salud mental no empeore. Tenemos que intentar proteger determinadas situaciones y el aislamiento de la gente mayor es una de clara. Aislarse afecta a nivel relacional y cognitivo pero no solo a las personas grandes. También unos padres que solo están con su criatura o un joven lo puede sufrir. Por eso es importante estar atentos en los momentos de las personas con quienes convivimos o compartimos, porque no se generen crisis personales.

Pensar en el futuro puede ser angustiado, por si todo esto no se acaba nunca.

"No seamos depresivos ni ansiosos, vivamos el presente, el que tenemos"

Recomiendo conciencia llena en el presente. La tendencia depresiva es vivir mirando el pasado y la ansiosa es solo estar pendiente del futuro: qué pasará o qué será. Con el una y con el otro ente perdemos el que realmente tenemos. Entiendo que hace falta anticipación en aspectos sociales y políticos pero en el que es la vivencia más personal focalicémonos en el presente, que es el que tenemos, el que podemos disfrutar. Al fin y al cabo estas oleadas son ciclos, habrá más o menos pero se tienen que estimar con sensibilidad humana.

La vacunación es muy mayoritaria pero todo el mundo conoce alguien que es refractario y esto también puede generar tensiones o rituales que se rompen.

Con la vacunación contra la Covid nos han dado toda la responsabilidad para enfrentarnos a un reto que es individual pero también relacional. Es materia sensible porque genera controversias y posa en entredicho a la persona y sus relaciones. Hay gente que deja de sintonizar porque no está de acuerdo, cómo también hemos visto en ámbitos más políticos. Yo animo a pedir ayuda, a contextualizar siempre. Estamos en una situación ante la cual nunca nos habíamos encontrado, cada reflexión es fruto de muchas cosas y el mejor seria podernos entender y abrazar reconeguent las diferencias y evitando que los desacuerdos enfríen las relaciones. El Covid el que ha hecho es, precisamente, aislarnos. Necesitamos la reencontrada.

Qué tres consejos darías para disfrutar de esta Navidad, a pesar de todo?

Recapitulo un poco pero sería en primer lugar que disfrutamos del ahora, del que es real en lugar de tomar tiempo y esfuerzos en pasado o futuro. En segundo lugar, que seamos sensibles a todas las opiniones, expresiones y maneras de vivir las situaciones. Abracémonos en lugar de distanciarnos. Y en tercero y creo que puede ayudar: rompemos el monotema. Vamos más allá de la Covid. No le damos esta Navidad el protagonismo de todas las conversaciones. Hablamos de los regalos, de la il•lusió, de cómo nos va la vida, interesémonos por los otros pero miramos de no caer en la telaraña del coronavirus, que ya demasiado que nos tiene enganchado. A tabla, acallémoslo.

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