La unidad pediátrica de covid persistente del Hospital Germanos Trias y Colina de Badalona ha atendido ya más de una septuagésima de pacientes desde su puesta en marcha, el pasado mes de enero. A pesar de que la evolución de todos ellos es muy positiva, ninguno de ellos ha recibido todavía el alta. Algunos, de hecho, todavía hace pocas semana que están en tratamiento y todavía los quedan meses por adelantado. Mayoritariamente son jóvenes de entre 12 y 18 años, a pesar de que también hay en tratamiento niños de hasta 5 años. "Pasaban las semanas y me encontraba igual. Me notaba cansada y nadie te entendía", explica Rut Garcia, una joven de l'Hospitalet de Llobregat que hace rehabilitación física a Can Ruti para vencer la fatiga, uno de los síntomas más comunes entre este tipo de pacientes.
La chica, de diecisiete años, tuvo que dejar a medias el actual curso escolar y renunciar también a las artes marciales, una de sus aficiones. "Me tuve que desapuntar de todo. Solo de ir del instituto a casa, que está a cinco minutos, me hacían daño las piernas y me ahogaba. En clase tampoco me podía concentrar. Era todo una nebulosa", detalla.
Su médica de rehabilitación, Rosal Cuello, dice que la fatiga es predominante en los pacientes pediátricos con covid persistente. El objetivo del entrenamiento es ahora que la chica y otros jóvenes en su situación devuelvan a la normalidad de su día a día. El cambio, en la mayoría de casos, se nota en pocos meses, a excepción de aquellos pacientes con cuadros más complejos. "Desde que he empezado la rehabilitación todo ha ido muy bien. Mica en mica he ido mejorando y me siento aliviada. Además, el hecho que ahora haya menos restricciones hace que pueda salir, intentar disfrutar cómo el resto y salir adelante", explica Rut Garcia después de completar una de las sesiones de rehabilitación al hospital badaloní.
Algunos de los síntomas más habituales
Cuello detalla que los pacientes que los derivan presentan ahogo y debilidad a las extremidades. A través de la rehabilitación se pretende corregir estos "déficits" con programas basados en la rehabilitación que se hacía ya antes de la covid a otros pacientes con desacondicionament físico. "Es un programa adaptado, pero buscamos el mismo objetivo".
Además de la fatiga, otros síntomas muy comunes entre los pacientes pediátricos con covid persistente son los problemas cognitivos o descalabros en la salud emocional: "Si se encuentran mal durante muchos meses esto los acaba afectando y necesitan el apoyo de psiquiatría", explica la ninguno de Pediatría de Can Ruti, Maria Méndez.
La unidad no ha llegado todavía en medio año de vida
En este sentido, la doctora comenta que el abordaje de la covid persistente se hace de manera multidisciplinaria y con la implicación de todas las unidades del hospital. Incluso colabora el Instituto Guttmann, donde hacen rehabilitación neurocognitiva aquellos jóvenes con problemas de concentración o de memoria y que han visto trastocado su rendimiento académico.
A pesar de que la unidad no llega todavía en medio año de funcionamiento , los médicos aseguran que la evolución de los pacientes es muy positiva en la mayoría de casos. Hay algunos, pero, donde los síntomas son más persistentes, como el caso de las cefaleas, donde hace falta la visita del neurólogo. Otros pacientes también presentan cuadros de problemas respiratorios o pérdidas repentinas de peso.
La de Can Ruti es la primera unidad de covid persistente pediátrica de toda Cataluña y recibe pacientes de todas las regiones sanitarias. Es por eso que después de una primera exploración por parte de todos los especialistas, la mayoría de pacientes que viven lejos de Badalona hacen buena parte de la rehabilitación de forma telemática para reducir al máximo los desplazamientos.