Los Mossos d'Esquadra han desmantelado la principal red que introducía hachís en Cataluña por vía marítima. En una operación que ha durado nueve meses y que ha contado con la colaboración del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, los agentes han detenido a 40 personas, 37 hombres y 3 mujeres. En este mismo periodo, los agentes han detectado 19 desembarques y han intervenido más de 18 toneladas y media de hachís. La red estaba formada por dos organizaciones, una de las cuales asentada en Málaga, que se habría coordinado con un grupo arraigado en Cataluña para llevar a cabo con éxito los desembarques. Los Mossos han advertido del auge de operaciones de este tipo en Cataluña, que atribuyen a la presión policial en el sur del Estado.
El operativo comenzó el 17 de septiembre de 2023 en Begur, cuando los agentes localizaron una furgoneta encallada en la arena que contenía casi tres toneladas de hachís, valoradas en el mercado ilícito en 5,3 millones de euros. Los autores habían abandonado la droga para evitar la detención, pero el cuerpo pudo identificar a diferentes personas que presuntamente habrían participado en el desembarque. En ese momento, los Mossos formaron un equipo conjunto de investigación con el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria de Girona.
A través de este trabajo, según ha explicado el subinspector Carles Martínez, jefe de investigación criminal de los Mossos en Girona, los agentes detectaron que el desembarque de Begur no era el primero del grupo, sino que las organizaciones habían actuado los días 13, 14 y 15 del mismo mes. A partir de ahí, los Mossos constataron la existencia de un grupo de personas dedicadas a dar seguridad a la trama, y detuvieron a dos personas, a quienes se les encontró armas de guerra.
Cuatro meses más tarde, los Mossos intervinieron un desembarque en Cadaqués (Alt Empordà), que se saldó con la intercepción de 100 fardos de hachís. Sin embargo, Martínez ha apuntado que unos días antes de esta operación ya notaron la presencia de la organización criminal de Málaga en el territorio, que comenzaron a monitorear. Posteriormente al desembarque en Cadaqués, los agentes intervinieron en tres municipios más, el 9 de febrero en Moià (Moianès), el 19 de mayo en Maçanet de la Selva y el 7 de junio en Arenys de Mar. En todos ellos interceptaron hachís y cogollos de marihuana.
El pasado 11 de junio se llevó a cabo la explotación del caso, donde los Mossos desplegaron un amplio dispositivo con más de 200 efectivos policiales, que efectuaron 14 entradas y registros en diferentes localidades de Cataluña, como Manlleu, Sant Hipòlit de Voltregà, Torelló, Roses, Puiggròs y Tàrrega, y también estatales, en Málaga y Zaragoza. El operativo se saldó con 40 detenidos y 80 kg de hachís intervenidos. Estos detenidos pasaron a disposición judicial el 13 de junio y el juez ordenó el ingreso en prisión para 22 de ellos.
Organización asentada a Málaga que actuaba a Cataluña
El grupo asentado en Málaga estaba formado por 8 personas, de las cuales 5 fueron detenidas en la ciudad andaluza, dos en Zaragoza y una última ubicada en Melilla que resultó investigada. La organización se desplazaba a Cataluña para encargarse de la recepción de la droga en las calas catalanas y de su distribución en el mercado ilícito europeo, contando con la ayuda y la infraestructura del grupo asentado en Manlleu, que estaba conformado por más de 24 personas.
Desde Manlleu, los investigados buscaban y controlaban los puntos de la costa donde llevar a cabo los desembarques y avisaban a la vertiente andaluza de los puntos exactos donde se debía desembarcar la droga. También preparaban la logística necesaria para asegurar el éxito de los envíos, cambiaban de lugar la droga para evitar la acción policial, alquilaban vehículos para su transporte y ayudaban al grupo de Málaga en parte de la distribución. A pesar de esta colaboración, los dos grupos tenían sus propios centros de almacenamiento y distribución de la droga.
Desembarcos a la alza en Cataluña
Este operativo, según el jefe del Área Central de Crimen Organizado de la División de Investigación Criminal, el inspector Antoni Salleras, demuestra que el transporte e introducción de grandes cantidades de hachís "vuelve a Cataluña" después del auge de entradas de droga a principios de los 2000. "Este escenario se vuelve a producir y despunta más, la actividad de estas dos organizaciones no la habíamos visto nunca", ha constatado.
De hecho, Salleras ha remarcado que en 2021 comisaron 5 toneladas de hachís; en 2022, 7.5 toneladas; en 2023, 17.5; y solo con esta actuación se han decomisado 18.5 toneladas. "Es una tendencia al alza, también en desembarques", ha insistido. Ahora bien, el jefe ha añadido que lo que más les preocupa es "la violencia asociada" a este tipo de acciones, ya que también ha incrementado el número de incidentes con armas de fuego.
Más actuaciones de grupos asentados fuera de Cataluña Por otro lado, Salleras ha apuntado que Cataluña "se ha convertido en una zona muy atractiva" para introducir hachís. Una tendencia que, según ha subrayado, atribuyen a la presión que ejerce el Estado en el sur de España, que "motiva que las organizaciones busquen otros lugares para desembarcar". "El asentamiento de estas organizaciones nos preocupa mucho y nos llevará a tener que destinar más recursos para hacer frente a esta realidad", ha insistido el jefe.
El 70% del hachís que se interviene en Cataluña entra por mar Así, los Mossos han advertido que un 70% del hachís que se interviene en Cataluña entra por vías marítimas. Durante 2023, se registraron un total de 13 desembarques en las costas catalanas, cuatro más que el año anterior. Una cifra que ha aumentado también este año, ya que solo con el último grupo investigado el cuerpo ha intervenido en al menos 19 desembarques en el litoral catalán. Este incremento, según los Mossos, responde a la implantación de infraestructuras como astilleros y naves de guardado de narcolanchas, que los grupos criminales utilizan para llevar a cabo las entradas de droga.
La policía catalana destaca que hay tres rutas principales para el transporte de hachís. La más corta, de solo 15 kilómetros, que comienza en el Norte de África y desembarca en Andalucía; la que sale del Norte de África y tiene como destino final diferentes puntos del Mediterráneo, como la costa de Francia; y la Ruta del Sahel, que ha comenzado a ser más habitual por la presión ejercida en el sur del Estado por el gobierno español. En este caso, la droga se embarca en el Norte de África y tiene como destino final países como Sierra Leona, Guinea Bissau o Senegal. Desde allí se inicia el transporte terrestre hasta Libia, donde se vuelve a embarcar hasta llegar a Europa, vía Grecia o Albania.
En todo caso, los Mossos remarcan que el negocio ilícito del hachís comportó la detención de 1.339 personas en 2023, lo cual supone un aumento del 24% respecto al año anterior. Y solo durante los seis primeros meses de 2024 ya se han detenido a 468 personas, un 8% más que en el mismo periodo del año anterior. Respecto a las redes desmanteladas, en 2023 se detectaron 22 grupos introductores de hachís en Cataluña, 12 más que en 2022. El destino principal de la droga, según subraya el cuerpo, es el mercado internacional, aunque también hay constancia de drogas destinadas al consumo nacional.