La asociación Can Sanpere, que defiende el uso público de la antigua fábrica de Premià de Mar, se ofrece a abandonar la nave para allanar el camino al Ayuntamiento a la hora de afrontar la reforma pero avisa que no piensa marchar hasta que el consistorio empiece la expropiación a la promotora Núñez y Navarro. Es uno de los acuerdos a que ha llegado la entidad a la asamblea extraordinaria celebrada este domingo "para desbloquear la situación y culminar la expropiación", apuntan en un comunicado. Al mismo tiempo, la entidad condiciona su salida de la nave a que el Ayuntamiento firme un convenio donde se comprometa a cederlos Can Sanpere un golpe esté rehabilitada. También le reclama un espacio alternativo mientras duren las obras.
A la asamblea de este domingo, la asociación ha marcado dos condicionantes más. Por un lado, que el Ayuntamiento establezca un calendario de reuniones periódicas con los colectivos que hay a Can Sanpere para definir y hacer seguimiento del escombro y futuros usos. Por el otra, que ofrezca alternativas habitacionals para las personas que ahora viven en las casas de la finca industrial.
El colectivo recuerda que el recinto ahora acoge la actividad de la red de vivienda, una escoleta popular y una escuela de adultos, un armario solidario, un gimnasio popular y varios talleres, jornadas y asambleas. Con la propuesta para abandonar temporalmente la finca, sostienen que hacen un "esfuerzo" para "ofrecer la máxima colaboración" al consistorio con el objetivo que Can Sanpere sea un espacio "100 % público y comunitario".
"Movemos ficha para no ser obstáculo y pedimos alternativas y compromisos al Ayuntamiento", remarcan. Las cinco condiciones las trasladarán al equipo de gobierno en una reunión prevista este miércoles.