La discoteca Oxygen de Calella será la primera que abre puertas en el Maresme y también uno de los primeros locales al hacerlo al conjunto de Cataluña, después de que este viernes y sábado lo hagan también las primeras discotecas al Campo de Tarragona. Oxygen abrirá la madrugada de domingo a lunes, pocos minutos después de que la región sanitaria de Girona, a la que pertenece el Alto Maresme, entre en fase 3 del desconfinament
El local ha transformado la pista en una sala de fiestas sin baile, con mesas, sillas y sofás. El volumen de la música y la intensidad de la luz se adaptará al nuevo concepto. "Será una experiencia nueva. El cliente tiene que venir mentalitzat que no será el mismo de hace unos meses", avisa el propietario del grupo Turismo35, Juan Fernández.
La reapertura de Oxygen será de momento la única del grupo Turismo35, que cuenta con cuatro discotecas en Calella, además de varios negocios vinculados al turismo y el ocio nocturno, como cocteleries o restaurantes. El grupo espera poder "recuperar" parte de los clientes del país, a pesar de que admiten que "no será fácil". De hecho, la reapertura del primer local quiere ser un tipo de "regalo" a los clientes habituales otros negocios del grupo, como la cocteleria Isla Tortuga, situada al mismo edificio que la discoteca. Este domingo, cuando sea media noche y se entre ya en lunes, Oxygen abrirá puertas aprovechando la entrada de la región sanitaria de Girona en la fase 3.
Sala de fiestas sin baile
Estos días previos el personal pone a punto el local, transformado en una sala de fiestas sin baile para adaptarse a la nueva normativa que regula la reapertura de estos locales durante el estado de alarma. La pista de baile lo ocupan ahora mesas bajas, sillas, taburetes y sofás: "Seremos muchos respetuosos con las normas, afirma el propietario del grupo, Juan Fernández. "Todo el mundo tendrá que estar sentado y esperamos que la gente se lo pase bien. La época de estar feliz en un local pisándose los zapatos se está acabando", ironiza el empresario. Fernández espera que el cliente se comporte también en este sentido y "entienda" que "las cosas han cambiar" y que el más importante es "hacer bondad porque el virus se vaya".