El profesor argentoní Llorenç Soldevila ha alternado la pasión por la literatura con una tarea divulgadora. De nada nos serviría tener grandes autores si no hubiera quién nos los explica y encuentra fórmulas para acercarnos su obra.
Este es el caso de Soldevila, que en 80 inició una intensa actividad elaborando rutas que sus alumnos seguían, como la de Josep Pla, entre otros; pero también dando forma a sus trabajos a través de libros –muchos de ellos publicados por el mítico sello editorial argentoní El Aixernador–, porque la posibilidad de hacer estos itinerarios se multiplicara por ciento en todo los Países Catalanes. Y hablamos de unos tiempos en los cuales hacer rutas literarias no era una cuestión tan extensa como por ejemplo.
En Llorenç Soldevila es un intel•lectual, pero también un patriota, una persona que ha hecho de la enseñanza de la literatura una pasión y de la divulgación de las letras catalanas un dogma de fe, con el cual contribuye en este espacio tan impreciso pero a la vez tan contundente que denominamos país.
Por eso, a Nosotros, los maresmencs, con Soldevila nos acercamos a la pequeña patria de los escritores del Maresme. Y gracias a él, en un paseo breve pero muy intenso, entre Las Ginesteres y la plaza Nueva de Argentona, conocemos el paso de Verdaguer o de Pla por nuestra comarca, y nos acercamos a la obra de autores maresmencs cómo en Terri o Esteve Albert pero también la más contemportània de Manuel Cuyàs, Rafael Vallbona o Martí Rosselló, entre otros.
La pasión por la lengua y la literatura de Soldevila, además, ha tomado forma en los últimos años en la Geografía Literaria de los Países Catalanes. Un proyecto titánico que combina la literatura, los lugares y los autores con las tecnologías de la información y de la comunciació. A través de las comarcas, los pueblos y ciudades, se quiere recuperar y fijar la memoria de espacios y lugares que han sido el centro de interés de nuestros escritores, desde los trovadores y Ramon Llull hasta nuestros días. Un trabajo, este, que toma forma de libros y de espacio digital y nos acerca la mejor y más intensa tarea del profesor argentoní.
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