Un total de siete municipios del Maresme están utilizando demasiada agua y probablemente tendrán que buscar fórmulas para limitar su consumo ante el periodo de sequía extrema que estamos viviendo. Estos pueblos superan el límite de 230 litros por habitante y día establecido por la fase actual de preemergencia declarada por el Gobierno catalán.
El Gobierno declarará la preemergencia por sequía este martes en el sistema Ter-Llobregat, que abarca a unos seis millones de personas e incluye la comarca del Maresme. Esto representa una etapa de transición entre el actual estado de excepcionalidad y el estado de emergencia, lo que permitirá intensificar algunas medidas para forzar la reducción del consumo de agua debido a la falta de lluvias que afecta a todo el territorio.
La declaración del estado de preemergencia es un paso más para hacer frente a la sequía que vive el país, la más grave registrada hasta ahora. Para volver a una situación de normalidad, según indicó el Meteocat la semana pasada, se necesitaría una precipitación equivalente a la lluvia que cae en promedio en Barcelona durante todo un año. Sin embargo, no se prevé ningún episodio de lluvia abundante a corto o medio plazo.
Según explicó el director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Samuel Reyes, la fase de preemergencia se declara con la intención de enviar un mensaje de alerta a la ciudadanía para que incremente su ahorro de agua ante una situación de sequía "muy crítica". Es, por lo tanto, una etapa de "transición" hacia la fase de emergencia que, según el ejecutivo, podría llegar a finales de diciembre o enero.
En el actual estado de excepcionalidad, las restricciones afectan a los usos agrícolas, industriales y urbanos, e incluyen la limitación de la dotación de agua a 230 litros por persona y día. Esta limitación fue superada en octubre pasado por un total de siete municipios en el Maresme, según los datos proporcionados por la Agencia Catalana del Agua. Estos municipios son Sant Iscle de Vallalta, que llega a los 339 litros por habitante y día, seguido por Sant Vicenç de Montalt (302), Santa Susanna (299), Argentona (291), Malgrat de Mar (267), Sant Cebrià de Vallalta (257) y Tordera (238). El siguiente en la lista es Alella, que se encuentra por debajo pero rozando el límite (227).
La capital del Maresme, Mataró, por otro lado, no tiene que preocuparse por posibles restricciones de consumo por ahora, ya que con sus 140 litros por habitante y día registrados en octubre, aún está muy lejos de las limitaciones establecidas en la actual fase de sequía. En el conjunto del sistema Ter-Llobregat, los municipios que registraron un mayor consumo de agua fueron Riudellots de la Selva (La Selva), con 665 litros, Torrent (Baix Empordà), con 500 litros, Pacs del Penedès (Alt Penedès), con 498 litros, Matadepera (Vallès Occidental), con 468 litros, y Vilobí del Penedès (Alt Penedès), con 451 litros.
Otros municipios con un consumo muy elevado son Begur (Baix Empordà), con 409 litros en octubre, Olivella (Garraf), con 367 litros, o Vallromanes (Vallès Oriental), con 348 litros de agua por persona y día.