Unos carteles contra el alcalde de Mataró, David Bote, y contra la polémica Torre Barceló han aparecido colgados en varios lugares de la ciudad este lunes por la mañana. La campaña es anónima, aunque no parece muy difícil rastrear su origen, y acusa al alcalde de fomentar la especulación urbanística e impedir el acceso a vivienda asequible en la ciudad. Todo ello, vinculando el proyecto de la Torre Barceló con el caso Can Fàbregas.
Con Bote caricaturizado como un "caganer" sobre la mencionada torre, en forma de fotomontaje burdo, el cartel proclama "No queremos el monstruo de Mataró" y concluye con el lema "Basta de especulación, queremos vivir en Mataró". En medio, plantea una cronología que relaciona la compra del solar de Can Fàbregas por parte de Naves Biada, una empresa vinculada familiarmente con el que fue concejal de Urbanismo, Ramon Bassas, con la construcción del rascacielos.
En concreto, según el relato de la campaña, Naves Biada compró Can Fàbregas en 1982 por poco menos de lo que serían hoy 200.000 euros y la vendió 25 años después a Residencial Aurum por 16,5 millones. La misma promotora inmobiliaria a la que, ese mismo año, el Ayuntamiento adjudicó la construcción del rascacielos tras realizar la reparcelación del sector (cabe recordar que, urbanísticamente, el sector de Ronda Barceló y Can Fàbregas están vinculados de forma discontinua).
La empresa matriz de Residencial Aurum quebró y, 10 años después, el Ayuntamiento, según señalan los carteles, anunció que la torre tenía un nuevo comprador. Este 2024, la promotora Stoneweg ha iniciado las obras del rascacielos, que finalizarán a principios del próximo año. Aunque inicialmente estaba previsto que sus 192 viviendas fueran todas de alquiler, finalmente serán todas de venta, tal y como se anunció este año en una visita de obras encabezada por Bote y los promotores del edificio.
Aunque la campaña no está firmada por nadie, la caligrafía de los carteles recuerda a otras acciones promovidas en su momento por la Plataforma Salvem Can Fàbregas, la misma que ha reaparecido en los últimos días tras el auto judicial que exige al Ayuntamiento reconstruir la nave de forma inmediata. En la comparecencia del pasado viernes para valorar la decisión judicial, portavoces de la entidad ya plantearon un relato muy similar al que aparece en el cartel, estableciendo un vínculo entre el complejo y fallido proceso urbanístico de Can Fàbregas y la construcción de la Torre Barceló. Un edificio, por otra parte, que ha generado una gran controversia en la ciudad.