De puertas adentro del Ayuntamiento de Mataró, entre los grupos del gobierno y de la oposición, se saca humo en la preparación del Pleno de aprobación inicial de ordenanzas fiscales previsto por el jueves 19 de octubre. Que el gobierno no disponga de mayoría requiere que busque alianzas y además el que se está tratando y negociando ahora va más allá de determinar los precios públicos, las tasas o el IBI del 2024. Sobre la tabla hay toda la perspectiva del mandato municipal hasta el 2027 y la certeza que el camino hace más subida. Desde inicios de verano que se conoce la previsión y el marco con el que hay que abordar los próximos ejercicios y la connotación es clara: toca subir ingresos del Ayuntamiento para no renunciar a ningún servicio y esto pasa para subir los impuestos.
El gobierno del PSC y En común Podemos mantiene conversas con tres posibles aliados (ERC, Juntos y el PP) para garantizar la gobernabilidad y la acción municipal. Hay que asegurar la aprobación de ordenanzas y presupuestos de cada ejercicio pero la minoría obliga a escuchar, negociar y acordar. Toca concertar la política gubernamental con los grupos de la oposición que se presten. Y todos (incluidos los que quedan excluidos de la negociación) conocen con detalle la perspectiva que se abre por los próximos años. Será un mandato de aumento progresivo de impuestos y, además, serán unos años con menos capacidad de inversión municipal.
Objetivo: un pacto fiscal para todo el mandato
Miquel Ángel Vadell y Sergi Morales, primero y segundo tenientes de alcalde, explican que el que querrían acordar es un tipo de pacto fiscal a la mataronina. Sobre la tabla, el gobierno del PSC y los comunes tienen el plan de mandato, el plan de inversiones de los próximos años, el contexto económico que obligará a aumentar ingresos y la determinación de no renunciar a ningún servicio municipal (no se repetirá ninguna operación cómo la del Miquel Biada o el Tres Rocas). Con alguno o más de uno de los tres grupos que se prestan se busca conseguir una malla que concierte todo el mandato, En definitiva, el objetivo es "un pacto fiscal que garantice la estabilidad presupuestaria del Ayuntamiento y la cartera de servicios, que sea un acuerdo de estabilidad", explican los dos responsables de la negociación.
Es probable que el día 19 no haya una escenificación de un acuerdo integral, pero el gobierno está atrasando documentos clave de mandato para poderlos acordar con el grupo o grupos de la oposición que haga la pasa de ser el socio de estabilidad.
¿Por qué hay que subir los impuestos?
La proyección de mandato del Ayuntamiento de Mataró a nivel financiero y presupuestario no dista de la de otros muchos ayuntamientos, porque la mayoría de factores que condicionan la situación son generales y coyunturales y no concretos de la capital del Maresme. Estas semanas se está repitiendo a todo tipo de municipios debates cómo los que se tendrán aquí: porque obviamente en ningún gobierno le gusta salir a decirle a la ciudadanía que le tocará pasar más por caja. Precisamente por eso, antes de la propuesta concreta de tipos porcentuales, el gobierno ha intentado hacer entender el marco, los motivos, el por qué hacen falta unas ordenanzas fiscales a la alza.
Cómo pasa a las economías familiares, el diferencial entre ingresos y gastos es el que llevaría el Ayuntamiento de Mataró a números demasiado rojos si no sube los impuestos. En los últimos ejercicios ha habido partidas que han ido en aumento cómo por ejemplo el apartado de personal (con los aumentos salariales de los trabajadores públicos), los contratos y concesiones que van además (cómo el de la basura o lo Mataró Bus, por ejemplo), el coste energético, la inflación o el encarecimiento de la deuda. Dedo de otro modo, los últimos años ha habido apuestas de ciudad necesarias cómo la reducción de tarifas de transporte, el aumento de dotación a la atención domiciliaria o el nuevo contrato de la basura por los cuales una misma cartera de servicios se ha ido encareciendo y encareciendo. El Ayuntamiento ha perdido autonomía financiera y necesita volver a muscular ingresos. Esto pasará por dos aumentos que se pueden dar por seguros los próximos cuatro años: el IBI y la tasa de basura.
- En cuanto al Impuesto de Bienes Inmuebles, el Ayuntamiento trabaja por un aumento escalón a escalón y recuerda que el tipo mataroní está por debajo de la media de grandes ciudades catalanas.
- En cuanto a la tasa de la basura, esta por ley tendrá que cubrir de aquí a dos años la totalidad del servicio de un nuevo contrato que se aprobará y puede llegar a doblarse en los próximos 4 años.
- El impuesto de la plusvalía también tiene campo para correr hacia arriba dentro del límite legal.
Menos inversión: toca 'realpolitik'
El Ayuntamiento de Mataró es plenamente consciente que, por más que aumente ingresos mediante impuestos, el otra tónica que parece permanente por los próximos años es una reducción notoria de la capacidad de inversión. Los números pueden suponer pasar de una capacidad de inversión de 13,5 millones el 2023 a solo 8 el año siguiente. Serían un total de 45 millones de euros de inversión para todo el mandato de los cuales, según las cuentas del gobierno, 15 son para mantenimiento. Además, es probable que este sea el último año en que se permita a los entes locales de invertir los remanentes anuales puesto que el siguiente año se reintroduirà la norma de la 'ley Montoro' suspendida por la Covid que obligaba a invertir los sobrante de cada ejercicio a la reducción de la deuda.
El gobierno y los grupos de la oposición con los que negocia conocen, pues, que este mandato toca 'realpolitik'. El gobierno planteará antes de final de año (y con los apoyos asegurados) un plan de inversiones para los próximos años coneguent que no podrá estirar más el brazo que la manga y que el margen de maniobra será escaso. Aquí, la esperanza, está puesta en los fondos Next Generation. El que se consiga de Europa puede ayudar a paliar el que se posará de menos propio.