Este mes el M|En|C Espacio de Can Palacete acoge Anima[t], un proyecto de películas animadas que son fruït del trabajo de los alumnos de 6è de primaria de la escuela Montserrat Solà. El pasado día 1 en la sala de actas de Can Palacete los mismos alumnos presentaron sus 14 cortometrajes de animación que se han incluido dentro de la asignatura de Visual y Plástica de este curso escolar 2015-2016. Hasta el día 26 de junio, a la sala se pueden ver los vídeos con estas muestras animadas, un making of de todo el trabajo y dos más con los ejercicios previos hechos durante el rodaje.
A Can Palacete se pueden ver hasta el 26 de junio los 14 cortometrajes de animación que han creado los estudiantes
Anima[t] lo forman un conjunto de historias cortas y animadas con la técnica de stop-motion. Se trata de una técnica de animación que consiste a capturar fotografías consecutivas de un objeto estático moviéndolo un poco entre captura y captura de forma que, visualizándolas rápidamente, a la vista parece que el objetivo se mueve. Esta iniciativa ha contado con la dirección de Susana Bacardí, maestra especialista de visual y plástica, quien ha traído adelante este proyecto junto con las tutoras de 6è, Carme Oliveras y Judit Oriach. Este año es el primer año de esta iniciativa, que nació para dar continuidad a otro proyecto iniciado hace tres años, 'Cine en curso'. Según Bacardí, Anima[t] nace con una esencia clara: "Por un lado, poner el alma como ganas de invertir y descubrir esta nueva técnica de stopmotion y, por la otra, también como proyecto que nos permite dar vida y animar nuestros dibujos o personajes creados con plastilina, por ejemplo". La directora del proyecto asegura que "también es un convite a animar la gente a investigar en esta técnica de cine de animación".
Anima[t] es un proyecto de animación de largo recorrido que los alumnos han trabajado desde el mes de octubre y que ha durado todo el curso escolar. Para poderlo hacer, han trabajado en grupos pequeños. "Desde el principio los niños se han implicado al 100%", explica Bacardí, que asegura que "nosotros dijimos que tenían que trabajar en grupos de 3, ellos tenían que pensar la idea y, un golpe pensada y compartida, tenían que escribir el guion, pensando después en los planos y escenas". Paralelamente los profesores se encargaban de supervisar que aquello que habían imaginado los niños realmente fuera posible convertirlo en imagen a la hora del rodaje. Aparte del guion, la edición, los personajes y el sonido en algunos stop-motion, los alumnos también decidían el tipo de técnica: dibujo, plastilina u objetos.
Los cortos son de temas muy variados y con técnicas diferentes: dibujo, plastilina u objetos capturados con 'stop-motion'
El resultado son 14 trabajos de una duración de un minuto y medio aproximadamente y de temas muy variados, que van desde historias de amor, historias de caballeros y príncipes, acción, fútbol, magia o una historia intergalàctica. "Tenían que capturar entre 400 o 600 fotos para poder hacer un cortometraje de esta duración y así ellos mismos han podido comprobar el gran trabajazo que hay detrás de una pele cuando van al cine", comenta Bacardí. A pesar de que en un principio la idea inicial era hacerlo con el programa Moviemaker y con las cámaras de los propios alumnos, Bacardí explica que enseguida cambiaron para evitar complicaciones: "Decidimos trabajar con las Ipad, que nos permiten que, en el mismo tiempo que vas capturando las imágenes, ya vas editando". El proceso, por lo tanto, se simplifica.
Uno de los objetivos de este proyecto era hacer algo con el que después los alumnos pudieran continuar investigando en casa. Y esto es el que se ha conseguido. "Nos hemos dado cuenta que pedíamos a las familias que se los bajaran estas aplicaciones de stop-motion y en paralelo en la escuela han investigado, inclús ahora algunos continúan trabajando con esta técnica de animación", comenta Bacardí. Además, los estudiantes han aprendido los valores del trabajo en equipo: el esfuerzo, que se entendieran, el respeto, ponerse según la hora de escribir un guion, en el momento de hacer, las dificultades con las luces, sombras o los cromes, una buena actitud con muchas ganas de trabajar, mucha complicidad, etc.
Después de meses de trabajo, los alumnos se muestran contentos a la vegada que sorprendidos al ver sus resultados finales. "Este esfuerzo que han puesto ha valido la pena, han conocido una técnica que se los permite dar vida a cualquier objeto, dibujo o personaje de plastilina que ellos mismos pueden hacer", explica Bacardí, que incide "el personaje tiene vida cuando lo mueves y este punto mágico es el que realmente es atractivo".