Con el primer pico de calor de la temporada, que está ofreciendo un adelanto de verano cuando aún estamos en primavera, es de esperar que sean muchos los mataronenses que este fin de semana -especialmente el sábado- quieran aprovechar para bajar a la playa a refrescarse. Si lo hacen, encontrarán que sigue sin haber duchas en las playas de la capital del Maresme. De momento se mantiene la decisión tomada para la temporada del año pasado, aunque la decisión final para este 2024, con una situación de sequía que tiende a mejorar, no se tomará hasta dentro de dos o tres semanas. De momento se mantiene la incógnita.
En mayo de 2023, con una sequía amenazante y unas reservas de agua que apuntaban por debajo del 25% y situación de excepcionalidad, el Ayuntamiento de Mataró decidió que para ahorrar agua no habría duchas en la playa, para quitarse la sal y la arena. El ahorro fue importante, según datos del Ayuntamiento, de un 10% del agua.
Un año después, la ciudad sigue en situación de excepcionalidad por sequía (después de estar en situación de pre-emergencia) pero las lluvias de las últimas semanas han aliviado un poco la perspectiva. Las cuencas internas han remontado hasta el actual 31,76% de reservas y las del sistema Ter-Llobregat tienen un porcentaje un poco más alto, del 33,29%.
- Mataró ya ha decidido aliviar en parte las restricciones al uso de agua pero de momento no ha decidido sobre las duchas de playa.
De momento, mantenimiento
Explica el Ayuntamiento de Mataró que actualmente está realizando “las tareas de mantenimiento de las duchas de la playa, que están cerradas desde el verano pasado como medida de racionalización del agua ante la situación de sequía” y que será “una vez se conozcan los resultados de estos controles de salubridad, aproximadamente en dos o tres semanas, se prevé que el Comité municipal de la sequía se reúna para tomar una decisión sobre la utilización de las duchas durante la actual temporada de playa”.
Donde sí ha habido decisión es sobre algunas restricciones, que se han aligerado. La mejora en la situación de sequía relaja las restricciones y hace posible regar los huertos urbanos con aguas freáticas. El Ayuntamiento ha desactivado las limitaciones a los usos del agua más restrictivas que se establecieron durante la situación de emergencia I y que afectaban, entre otros, a los equipamientos deportivos.