Una gran plaza delimitada por un edificio con forma de claustro y flanqueada por dos torres gemelas situadas a primera línea de mar será la sede del futuro Parque Tecnológico del TecnoCampus. El alcalde, Joan Antoni Baron; el regidor de Urbanismo, Arcadi Vilert; la presidenta del TecnoCampus, Pilar Gonzàlez; y el arquitecto Oriol Bohigas han presentado este el anteproyecto de ordenación de la futura isla de equipamientos de la Ringlera. Este proyecto, encargado por la empresa municipal PUMSA a MBM Arquitectas, representará una inversión de más de 43 millones de euros y previsiblemente se empezará a construir a finales del 2006, con la voluntad que esté finalizado tres años después, al 2010.
El futuro parque tecnológico de la ciudad ocupará un conjunto arquitectónico de 46.940 metros cuadrados de superficie construida y 20.920 metros cuadrados de superficies urbanizada y estará ubicado en la isla del sector de la Ringlera más cercana a la rotonda de la Puerta Laietana. En esta isla se construirá una gran plaza central de 80 x 80 metros y elevada 8,5 metros por sobre el nivel del mar, alrededor de la cual se levantará un gran edificio de bajo y dos plantas de altura, y que aglutinará en un mismo espacio los estudios que se ofrecen actualmente a los dos centros universitarios de la ciudad, la Escuela Universitaria del Maresme (EUM) y la Escuela Universitaria Politècnica de Mataró (EUPM). La oferta formativa se complementará con servicios de carácter lúdico como por ejemplo comercios y restaurantes, así como también se construirá una biblioteca y una aula magna.
Junto a este edificio del conocimiento, el futuro Tecnocampus proyecta también dos edificios gemelos situados a primera línea de mar. Uno de estos edificios acogerá empresas tecnológicas dedicadas a la investigación y de perfil público, mientras que el otro se convertirá en la sede de la fundación TecnoCampus, la Incubadora de empresas y un Centro Tecnológico. Estas dos estructuras gemelas quedarán encaradas a la N-II y rodearán un centro de congresos y reuniones con capacidad para unas 300 personas, al cual se podrá acceder desde la Fundación Tecnocampus.
Además, la isla contará con un gran aparcamiento público con capacidad para 1048 vehículos, 491 de las cuales estarán en un parking sótano y semisoterrani bajo el edificio universitario y el resto al perímetro del Parque Tecnológico.
El regidor de Urbanismo, Arcadi Vilert, ha destacado que la ubicación del futuro parque tecnológico en un sector que destaca por sus buenas comunicaciones y por su emplazamiento a primera línea de mar, y ha remarcado el hecho que la zona urbanizada tendrá una continuitat respeto el tejido urbano de la Ringlera. Oriol Bohigas, por su parte, ha explicado que con este proyecto la intención de los arquitectos es la de crear una pieza de centralidad urbana y que por este motivo se ha apostado para crear una gran plaza pública. Esta plaza estará atravesada por un gran cenador que unirá la carretera de Barcelona (NII) hasta el Paseo de Marina, un elemento que dotará de continuidad y fluidez el conjunto y que lo conectará directamente al mar salvo los diferentes desniveles.
Motor de la diversificación económica
Pilar González, ha explicado que la definición del marco físico del Tecnocampus consolida un proyecto iniciado en 2001 dentro del Plano Director de la Sociedad de la información, con el objetivo de hacer avanzar Mataró hacia el concepto de ciudad digital. El gobierno municipal ha ideado una hoja de ruta que se sustenta en cuatro ejes: formar , crear, innovar y conectar. El nuevo parque tecnológico tiene que servir para aumentar la capacitación de los profesionales de la ciudad y crear empresas en nuevos sectores emergentes. Además, tiene que mejorar la competitividad de las empresas tradicionales a través de la innovación y la aplicación de las TIC y acercar las nuevas tecnologías a los ciudadanos y ciudadanas para fomentar la cohesión social y la nueva sociedad en red.
La primera Teniente de Alcalde ha afirmado que el Tecnocampus nace fruto de las transformaciones económicas y las nuevas necesidades de la ciudad y que no se trata de un centro especializado, sino de un parque multisectorial, flexible y orientado a las PYMES. Por su parte, el alcalde Joan Antoni Baron ha asegurado que nos encontramos ante la gran apuesta estratégica de futuro de la ciudad. Según Baron, el Tecnocampus tiene que potenciar el cambio de timón que a su parecer necesita la economía mataronina después de la crisis del sector textil. Tenemos que diversificar las formas de ganarnos la vida y hacer que todos los sectores empresariales incorporen las nuevas tecnologías y den un valor añadido a su trabajo, ha apuntado.
La futura presencia en la zona de la EUM y la EUPMt, la incubadora de empresas y más de setenta nuevas firmas, la mayoría dedicadas a las nuevas tecnologías, tiene que fomentar las sinergias entre el mon universitario, los emprendedores y empresas. Desde el parque tecnológico, además, se testarán nuevos productos e iniciativas para ver si pueden generar ocupación y modelos de negocio.