La Fogonada cerró Sant Jordi en Mataró. Fue de nuevo el momento más mágico y con más personalidad de la Fiesta a la ciudad. El Dragón, las Diablesas y los Tabalers del Maresme bailaron y saltar por las plazas del casco antiguo haciendo diferentes voltafocs, acabando con la reinterpretación de la leyenda de Sant Jordi a la plaza del Ayuntamiento. Unas 3.000 personas llenaron la plaza para ver como el Dragón se convertía por un golpe en el protagonista amable y entrañable de la leyenda. Cuando el dragón, transformado en un animal feroz por un hechizo del demonio, está a punto de devorar la princesa, Sant Jordi irrumpe a caballo para deshacer la magia y hace volver el dragón a su ademán amable.
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