Significativo cambio de postura del primer partido de la oposición del Ayuntamiento de Mataró respete la antigua escuela Menéndez y Pelayo. ERC pide ahora que se pare el proyecto de escombro del inmueble y que este se mantenga, argumentando que es un edificio con interés cultural, histórico y arquitectónico.
El movimiento llega en respuesta a la votación que está incluida a la orden del día del Pleno Municipal de este jueves, sesión que tiene que autorizar el desalojo de la nave que ocupa la Tejedora. El colectivo ha convocado una concentración en protesta a la misma hora del Pleno. ERC critica que el trámite de hoy del Pleno "es un intento del Gobierno Municipal para desviar la atención de la ciudadanía sobre algunos temas relevantes: Mataró tiene muchos inmuebles cerrados y sin ninguna idea de futuro para desarrollar ninguna actividad y al mismo tiempo, barrios cómo Rocafonda o Mataró-Centro necesitan espacios para desarrollar actividades cívicas". Creen que la solución temporal de un aparcamiento puede acabar siendo definitiva cómo ha pasado al Triángulo de Molinos.
El valor del edificio
ERC también remarca la importancia del propio edificio para oponerse al escombro. Así menciona que "fue construido durante la alcaldía de Josep Abril, como un Albergue Nocturno para personas sin recursos y proyectado por el arquitecto Luciera Gallifa, autor, entre otras joyas arquitectónicas, del Mercado de la Plaza de Cuba, el Velódromo o la Harinera y, por lo tanto, tiene un valor histórico, cultural y patrimonial innegable".
Ni informe ni diálogo
El grupo municipal republicano considera que no existe ningún informe técnico que justifique el derribo y que "derrocar es pues una decisión política, no técnica. Por eso pedimos en el Gobierno Municipal que reconsidere la decisión política presa respecto a este edificio de acuerdo con su innegable interés cultural, histórico y arquitectónico, pare el proyecto de escombro"
Se hace eco de los apoyos que ha recibido la Tejedora cómo las asociaciones vecinales o la Unión de Cooperadores y afirma que "el diálogo , como método de resolución de conflictos no es un síntoma de debilidad". Citan en un comunicado casos cómo los de Las Esmandies, de Can Noè, del Café Nuevo, del Parque de Can Tuñí que "no se hubieran resuelto con Gobiernos enrocados y cercados en sí mismos".