Cuánto tiempo trae viviendo en Mataró?
Desde hace seis años, pero en Cataluña ya traía una veintena. Aterricé para estudiar el doctorado de biología en la Universitat de Barcelona. Pensamos en Madrid, pero soy de los alrededores de Tetuan y allá vivimos a la orilla del Mediterráneo, así que preferí Barcelona. Y por el Barça, claro!
Cómo afrontó el tema idiomático?
No sabía castellano ni catalán. De hecho, no tenía ni idea que aquí se hablaba una lengua diferente. Al principio fue un palo, un país nuevo, dos lenguas! Pero a la Facultad de Biología mis profesores sabían francés y en el grupo de trabajo hablaban sólo en catalán, así que me tuve que espabilar. De hecho aprendí antes el catalán - tengo el nivel C- que el castellano, que nunca he estudiado formalmente sino que lo he interiorizado en el día a día.
Es habitual que licenciados universitarios tengan que dejar Marruecos?
Mucho. Es una vergüenza que un país del Tercer Mundo -por mí todavía lo es- no sepa retener el talento. Un licenciado cuesta mucho dinero en el Estado, y en ninguna parte de quedarse en el Marruecos y ser productivo tanto por si mismo como para el conjunto de la sociedad, acaba emigrando a Francia, España, Grecia... a menudo para acabar trabajando al campo.
Aquí usted también trabajó en la agricultura
Soy hijo de labrador y acabé volviendo a este mundo, en una empresa en Vilassar de Mar. Ahora trabajo en Manresa como educador social. En Marruecos ya trabajábamos con jóvenes en el ámbito del refuerzo escolar y en la educación en valores a través del deporte. Cómo que nos había tocado ser pobres, los intentábamos inculcar que la única manera para salirse era estudiar y esforzarse. Al CRAE donde ejerzo hoy lo sigo intentando.
Forma parte de A el Ouahda desde que llegó a Mataró
Entré como voluntario, y hasta hoy. En este tiempo la entidad ha hecho un salto adelante a nivel de organización, pero somos pocos socios por la cantidad de trabajo que tenemos y por los retos que nos hemos marcado. Carece disponibilidad y a menudo también preparación. Comparada con la que ha llegado a otros países, la inmigración magribina en el Estado español tiene un nivel de formación más bajo. Pero tenemos que atraer más gente, sobre todo los jóvenes. También queremos mostrar en el barrio que somos una entidad abierta, que a la mezquita no hay nada a esconder. Por eso en las elecciones hemos contado con un comité de ética y transparencia formado por gente de Rocafonda, de fuera de la asociación.
Este es un barrio complejo, a menudo con problemas de convivencia entre comunidades. Qué diagnóstico en feudo?
Todas las actuaciones de A el Ouahda están enfocadas a la convivencia y la cohesión dentro del barrio, al encontrar puntos en común con las entidades políticas, culturales, sociales y deportivas del territorio. Es cierto que el barrio tiene problemas y puntos de conflicto. Con la irrupción de la crisis encontramos calles donde la mayoría de familias son al paro, y esto desemboca en problemas de pobreza infantil, pobreza energética, migraciones forzosas. Más del 10% de la población del barrio ha marchado, o bien de regreso en el Marruecos o bien a otros países europeos. Tenemos que arremangar-nos para intentar solucionarlo. Los problemas de cariz criminal los tienen que atacar los cuerpos policiales, pero los sociales y de convivencia sólo se pueden resolver a través de la mediación.
La detención del presunto jihadista mataroní ha trastornado el barrio.
Veremos qué pasa, traemos ya bastante casos similares que quedan en casi nada. Tenemos bastante claro que el chico que detuvieron era alguien inadaptat, sin rumbo socialmente, que había salido de una relación sentimental fracasada, solitario, que no se sentía identificado con la ciudad ni con la sociedad donde vive. Este tipo de gente, que no se siendo ni de aquí ni de allá (porque, cuando vuelven al Marruecos, también son extranjeros) son los que Sido Islámico intenta pescar. Gente que ya estaba perdida antes de que se pusieran en la órbita de la organización terrorista.
Por lo tanto, la cuestión identitaria es la clave?
Es vital. Nosotros nos concentramos sobre todo en los jóvenes, con un trabajo cultural, formativo, pedagógico y religioso. El objetivo es evitar el fracaso escolar y reforzar el tema identitario. Desde la mezquita los damos un mensaje concilidador, desde un islam abierto, tolerando y moderno. Transmitimos a nuestra gente que viven en un país laico que tienen que conocer y respetar, que tienen que mamar valores como la colaboración, la ayuda y el respecto a los demés en todos los ámbitos, valores propios del islam. Ellos son nuestro futuro como ciudad, no sólo como colectivo musulmán. También son los hijos de Mataró, si los ganamos lo ganamos todo, si los perdemos lo perdemos todo. Necesitamos que en Mohamed, en Mustafà y en Mamadou salgan adelante.
Pero cada vez hay menos dinero y recursos para mediadores en Mataró.
Es así, y se trata de un problema preocupante. Tenemos que entender que muchos jóvenes se nos están perdiendo, y que hay que trabajar con la formación y la orientación. Desde la comunidad musulmana no nos cansamos de decirlo, que no basta con actuar desde el punto de vista de la seguridad. Pero nosotros tenemos pocos recursos y llegamos donde podemos. Tenemos que entender que si no hacemos este trabajo nos puede pasar como las banlieues francesas, donde costará muchísimo apagar el fuego. Aquí todavía podemos hacerlo bien, con coherencia. Todavía estamos a tiempo.