Escenas insólitas las vividas este jueves, día 1 por la tarde en las calles del barrio de Rocafonda de Mataró, donde centenares de jóvenes han salido a celebrar con euforia la clasificación de la selección del Marruecos para los octavos de final del Mundial catarí. Cánticos, petardos, coches haciendo sonar la bocina, motos quemando neumático, pequeños grupos de percusión y mucha fiesta en un barrio con fuerte presencia de población de origen marroquí.
Las fiestas a la vía pública después de una victoria histórica no son ninguna novedad, pero los héroes a quienes tocaba aclamar no han sido los habituales. Cómo si se tratara de la plaza de Santa Anna con el Barça o la plaza Italia con el Real Madrid o la selección española, los entornos de la calle Pablo Picasso han sido el punto de encuentro para centenares de personas que han decidido salir mostrar su euforia por la victoria de la selección del Marruecos ante Canadá, por 2-1, que la convierte en la primera del grupo F y le da el paso a octavos de final del Mundial.
Un triunfo histórico que rubrica una primera fase excelente de la selección norteafricana, que los lleva por segunda vez en su historia al top-16 de un Mundial y que ha hecho que en todo el Estado, incluido a Mataró, miles de personas de origen marroquí se hayan lanzado en las calles a celebrarlo, tal y cómo ya pasó con los buenos resultados de los partidos anteriores.
Celebración en las calles de Rocafonda
En Rocafonda, las estampas no han sido muy diferentes a las de cualquier celebración de una gran victoria azulgrana, merengue o de la roja: las bocinas a todo trapo, un poco de pirotecnia, tambores, algún temerario haciendo volteretas desde puntos demasiado elevados, muchos selfies y vídeos desde el móvil... Eso sí, las banderas esta vez eran uniformemente rojas con la estrella verde, el distintivo del Marruecos que muchos jóvenes rocafondins han hecho volear esta tarde llenos de orgullo.