Unos 40 padres y madres de la escuela Joan Coromines de Mataró han cortado el tránsito este miércoles a primera hora para exigir más presencia policial a las horas de entrada y salida de los niños. Las familias recuerdan que el centro, donde diariamente acuden más de 400 alumnos, está dispersado en tres edificios –uno de los cuales se encuentra alejado del resto-. Esto, aseguran, aumenta el peligro de atropello a las horas punta, puesto que las familias "corren con prisa" en una zona de "mucho tránsito y poca visibilidad". Se mujer la circunstancia, que hace un año, la Policía Local multó una madre de este centro para "andar con un cochecito por la calzada, no haciendo caso de las indicaciones de los agentes". Óscar González, portavoz del AFA (Asociación de Familiares de Alumnas), ha lamentado que el Ayuntamiento no destine efectivos policiales a vigilar el tránsito los cinco días de la semana, y que tanto sólo cuenten con agentes de la Policía de Barrio los martes y jueves. Cansados de la situación, harán cortes de tránsito a primera hora de la mañana los miércoles y viernes.
Los padres y madres de la escuela Joan Coromines critican la "provisionalidad" en que se encuentra el centro, puesto que aseguran que "hace 10 años" que la administración los garantiza que tendrán un nuevo edificio y podrán abandonar las instalaciones que antiguamente ya habían utilizado otras escuelas. Con todo, Óscar González recela que el nuevo edificio sea una realidad en menos de ocho años, y lamenta que los alumnos estén dispersados en diferentes instalaciones, con la movilidad que esto comporta, por ejemplo, a la hora del comedor del mediodía.
"La escuela se encuentra en un cruce con mucho tránsito, con autobuses que suben a las esquinas, donde esperan muchas familias con poco espacio"
"La escuela se encuentra en un cruce con mucho tránsito, con autobuses que suben a las esquinas, donde esperan muchas familias con poco espacio, y esto ha hecho que más de un golpe hayamos sufrido sustos por riesgo de atropello", explica González, recordando que hace un año el centro envió un informe al Ayuntamiento exponiendo la situación y reclamante soluciones en la movilidad y seguridad de la escuela. De hecho, hace poco más de un año, una de las madres que acut diariamente a este centro fue multada por la Policía Local con una sanción de 200 euros para andar con un cochecito por la calzada sin atender las indicaciones de los agentes. La afectada argumentó que había bajado de la acera porque la calle es demasiado estrechada para pasar con el cochecito y el suyo otro hijo, e insistía que el ordenanza de circulación contempla estos supuestos. El consistorio, pero, aseguró que la sanción era por haber hecho caso omiso a las indicaciones de los agentes que lo advertían del riesgo de circular por la calzada. ç
"Compromiso de mínimos"
Después del primer informe enviado desde la escuela, la AFA envió otras cartas dirigidas a los regidores de Movilidad y de Educación, reclamando acompañamiento policial "porque es una de las escuelas con más peligrosidad". Finalmente, el Ayuntamiento ofreció un "compromiso de mínimos", según definen las familias, garantizando vigilancia de la Policía de Barrio los martes y jueves a todas las entradas y salidas de los niños. Óscar González asegura, pero, que en más de una ocasión los agentes no han comparecido porque han surgido otras incidencias. Molestos con la situación y persistentes al reclamar seguridad para todos los días de la semana, las familias prevén cortar el tránsito a la zona de acceso a la escuela todos los miércoles y viernes hasta que acabe el curso, y no descartan mantener la protesta de cara en septiembre