La imagen se ha convertido en bien habitual cada fin de semana: espacios como Can Bruguera prácticamente colapsados, llenos de vehículos estacionados en los arcenes de los caminos de tierra, y todo de familias que quieren disfrutar del aire libre y de la naturaleza . Y quién puede culpar? El confinamiento perimetral municipal del fin de semana, que se aplica desde finales de octubre y que aún no se sabe cuándo se levantará, limita mucho las posibilidades de ocio. Y aunque Mataró cuenta con un amplio abanico de espacios forestales, estos son limitados y terminan no siendo suficientes para cubrir la demanda.
Ayer domingo Can Bruguera y sus entornos acumulaban más personas que buena parte de las calles del tramado urbano mataroní. Muchas familias se acercaron, así como el Parque Forestal y alrededores, para disfrutar del buen tiempo a pesar de las bajas temperaturas, y también para hacer algo que se ha convertido en una auténtica tendencia los días previos a la Navidad: que las niñas y niños encuentren el tió escondido en el bosque para llevarlo a casa. Una práctica que se ha popularizado mucho en los últimos años y que llenó los bosques mataroneses de pequeños troncos sonrientes que los niños deseaba encontrar, como promesa de futuros regalos.
Los caminos de las Cinco Sènies están más llenos que nunca de ciclistas y de senderistas. Son una ruta habitual cada fin de semana ya que este espacio agrícola es el acceso al entorno natural más cercano y bien conectado al entramado urbano que tienen los mataronenses, pero durante estas últimas semanas hay momentos en que parece la Riera de Mataró por la cantidad de gente que en pasea. El Parque Forestal se ha convertido en lugar habitual de picnics hasta el punto de que resulta muy difícil encontrar una mesa y bancos libres, o directamente imposible durante las semanas en que bares y restaurantes estaban cerrados.
Desde el pasado 30 de octubre es en vigor el confinamiento perimetral municipal de fin de semana, una de las medidas de restricción de la movilidad implementadas por la Generalitat durante el pico de la segunda ola de Covidien de cara a frenar los contagios y rebajar la presión asistencial en los hospitales y CAP del país. Teóricamente este lunes, día 7, se había de pasar al segundo tramo de la desescalada de estas restricciones, que preveía que el confinamiento pasara a ser comarcal. Pero el aumento de los contagios detectado durante la última semana lo ha impedido, y se sigue aplicando este enclaustramiento municipal de viernes a domingo.
Estas limitaciones han supuesto que eliminaran gran parte de las opciones que tenían al alcance muchos mataronenses de cara a disfrutar de la naturaleza en entornos cercanos durante el fin de semana, ya que no pueden desplazarse a ninguno de los tres parques naturales del Maresme ni el macizo del Montseny, dos puntos de excursión habituales por su proximidad. A ello se suma la necesidad de que muchos ciudadanos tienen de disfrutar lo más posible del aire libre y de los espacios naturales después de tantos meses de confinamiento domiciliario debido a la pandemia.
La situación ya ha llegado al Ayuntamiento y al Pleno municipal, que ha aprobado la propuesta de ERC de hacer una guía de rutas por los entornos naturales y forestales de la ciudad de cara a facilitar su accesibilidad, evitar que la gente acceda en vehículo privado y promover hábitos saludables entre la población.