Los trabajadores del Hospital de Mataró denuncian que la sobrecarga laboral que sufren y el estado precario que vive el centro, intervenido por la Generalitat desde el año pasado por haber registrado déficit el 2014 , los está abocando a una situación "inaceptable e insostenible". En una carta enviada a la dirección del hospital, que pertenece al Consorcio Sanitario del Maresme, los trabajadores alertan que con la llegada del verano la situación "ha empeorado todavía más" porque no se están cubriendo las bajas inesperadas ni las vacaciones del personal como haría falta y los traspasa toda la responsabilidad por el que "pueda suceder por su pasividad". Xosé López de Vega, médico traumatólogo y miembro de Catac, el sindicato mayoritario en el centro sanitario, asegura que el centro tiene una ocupación en hospitalización que roza el 100% y que esto los está acercando al colapso si no se toman medidas. "Cómo siempre, los profesionales del centro trabajaremos en el máximo para garantizar la calidad de la asistencia, pero lo queríamos denunciar públicamente porque sólo nosotros estamos poniendo de nuestra parte", ha remachado.
Los sindicatos lamentan que el Plan de reequilibre que ha impuesto el Consorcio Sanitario del Maresme (CSdM) para enjugar el déficit del hospital está afectando principalmente a la partida de personal, que supone el 70% del presupuesto, y que esto se está traduciendo en plantillas cada vez más ajustadas y en el hecho que en periodos como el verano no se cubran como haría falta las bajas laborales ni las vacaciones del personal. Según recoge la carta, por ejemplo, las enfermeras de urgencias llegan a tener 12 pacientes asignados "cuando los estudios afirman que una enfermera de urgencias tiene que ser responsable de cuatro pacientes".
Para describir la situación que se está viviendo, Xosé López de Vega, miembro del sindicato Catac, explica que la nueva área de observación al servicio de urgencias inaugurada a "bombo y platillo" el pasado mes de enero para evitar hospitalizaciones innecesarias y "esponjar" el servicio, está funcionando a medio gas, unas ocho horas al día, porque la dirección se ha querido ahorrar el sueldo de la gente que trabaja durante el año en tres turnos a pesar de que la demanda no ha bajado durante el verano.
En cuanto al servicio de urgencias, los trabajadores denuncian que el servicio "ya no puede drenar con la suficiente eficacia" los ingresos que necesita y que por este motivo sufre colapsos y sobrecargas importantes "con la inseguridad que esto comporta tanto para los trabajadores como para los usuarios". En este sentido, el sindicato añade que el servicio de urgencias al Hospital de Mataró tiene una media de asistencias y complejidad igual a superior en el Hospital Germanos Trias y Pujol de badalona, por ejemplo, pero "con la diferencia que allá tienen tres golpes más personal".
A la carta, los trabajadores también lamentan que el estado del instrumental y las instalaciones del hospital. Aseguran que el utillaje está "obsoleto", así como las mesas de quirófano, camas o sillas, y también los aparatos de diagnóstico como las endoscopias y la maquinaria general, como aparatos de aire acondicionado, "que desde hace años carece en los edificios para dar una buena calidad".
Por todas estas cuestiones y ante el reiterado silencio de la dirección, los trabajadores, "hartos de esta situación", han traspasado a la gerencia y dirección del centro "la responsabilidad de nuestra seguridad y la de los usuarios que diariamente atendemos", solicitante, además, que "se tomen las medidas correspondientes para dar respuesta a estas situaciones que denunciamos, con la advertencia que de no tener soluciones, nos veremos obligados a iniciar las acciones legales oportunas".
En respuesta a la carta de los trabajadores, el gerente del CSdM, Ramon Cunillera, ha asegurado que el consorcio está haciendo todos los esfuerzos necesarios para mantener la calidad asistencial a pesar de las restricciones presupuestarias y ha calificado de "grave irresponsabilidad" que se insinúe públicamente que no están ofreciendo "las mínimas garantías de seguridad y calidad a las personas que atiende".