La niña Cristina de Borbón y su marido, Iñaki Urdangarin, valoran establecerse en Mataró. Una noticia del todo sorpresivo pero cierto atendiendo el que ha avanzado Vanitatis, y que recoge el diario digital El Mundo. Borbón y Urdangarín, que todavía cumple pena de prisión pero disfruta de permisos penitenciarios, ya fueron hace tres semanas a la capital del Maresme estudiando la posibilidad de afincar-se permanentemente, de cara a conseguir más intimidad que la que tienen ahora en Vitoria, su punto de encuentro habitual.
El exduc de Palma cumple una pena de prisión de cinco años y 10 meses por el caso Nóos, pero desde principios de septiembre se le ha concedido el tercer grado y previamente ya ha disfrutado de varios permisos penitenciarios. Cada vez que ha salido de la prisión para reunirse con Cristina y con sus hijos, lo han hecho en Vitoria, pero según publica Vanitatis, la familia está harta de la carencia de intimidad que sufren en la capital vasca, debido al alud de periodistas.
Ante esto, Cristina y su marido valoran la posibilidad de establecer su campamento base en Mataró. Un regreso en Cataluña (durando muchos años la pareja y su prole vivieron en una mansión del barrio de Pedralbes de Barcelona) que se concretaría en la capital del Maresme, donde según parece Borbón tiene varias amigas, tanto a la ciudad como a los municipios del entorno. Cristina y los niños las habrían visitado recientemente puesto que estas amigas se habrían ofrecido a prestarlos sus casas como punto de encuentro durante los permisos penitenciarios. Así lo apunta Vanitatis citando fuentes del grupo de amigos más íntimos del matrimonio.
En el mismo artículo, se apunta que Mataró cuenta como ventajas con salida al mar y con un puerto desde donde hacer regatas, uno de los deportes preferidos de Urdangarín y de la mayoría de miembro de la familia real española. El regreso en Cataluña también los permitiría estar en contacto más estrecho con sus amigos y familiares, la mayoría de los cuales residen en Barcelona y sus entornos.
Hay que recordar que el instituto Nóos, raíz del escándalo de corrupción que llevó Urdangarín a la prisión, trabajó por el Ayuntamiento de Mataró, pero no parece que la relación que Urdangarín hubiera mantenido previamente con la ciudad tenga ninguna pes en la decisión actual, puesto que Nóos facturó para muchísimos otros consistorios y administraciones de todo el país. En concreto, en el Ayuntamiento mataroní hay facturas a nombre de Nóos por valor de 89.000 euros entre los años 2002 y 2010 por trabajos sobre responsabilidad social y emprendeduría.